Constanza Caldera Pfeiffer
La cocaína es la droga que más aumentó su consumo entre los alumnos de octavo básico a cuarto medio de la Región de Antofagasta, según el último Estudio Nacional de Senda, correspondiente al 2015.
Mientras el 2013 a nivel regional un 7,5% de los encuestados declararon haber consumido cocaína y/o pasta base (cocaína total) alguna vez en la vida, esta cifra aumentó a 8,8% durante el 2015.
Asimismo, en el último año, el porcentaje de escolares que reconoció haber consumido esta droga creció en casi el doble, elevándose desde 3,5% en 2013 a 6% en 2015.
Este último porcentaje supera el promedio nacional, que alcanzó el 4,2%, el nivel más alto registrado en el estudio.
La pasta base es una de las drogas más peligrosas y cuyo aumento en su consumo pone en alerta a las autoridades.
Riesgo
El director regional de Senda Antofagasta, Alejandro Aguirre, dijo que se debe trabajar arduamente con los escolares para que puedan concientizar el riesgo que implica el consumo de esta droga.
"El aumento en el consumo de cocaína indica que hay un mayor acceso a este tipo de sustancias. Por ende, puede haber una mayor oferta. Para abordar este tema, nosotros debemos estar súper preparados y trabajar en conjunto para poder fomentar entre los escolares una mayor percepción de riesgo frente a esta droga", declaró Aguirre.
Frente a estos preocupantes resultados, la seremi de Educación, Jacqueline Barraza, dijo que significarán redoblar los esfuerzos en materia de prevención en coordinación con el Senda, y aumentar el radio de influencia de los programas que está aplicando la institución en los colegios.
"Vamos a solicitarle una reunión de trabajo con el equipo de especialistas que tiene el Senda con nuestro Departamento de Educación para poder trabajar estas cifras en enero , y poder salir con una orientación mucho más focalizada en marzo", dijo Barraza.
Prevención
Para el sicólogo clínico y académico de la Escuela de Psicología de la UCN, Emilio Ricci, sería relevante que las campañas preventivas fueran desarrolladas de forma interdisciplinaria, vinculando a los padres, instituciones públicas y comunidad estudiantil.
"Los niveles valóricos son muy importantes. Es decir, la participación de los padres acompañando los procesos de discernimiento, específicamente. Porque una cosa es negar la posibilidad de utilizar drogas, y otra, es entender cuál es el efecto de esa droga en los jóvenes porque hay una modificación de conducta, pero también limitación de otros procesos de desarrollo de un joven o niño", sostuvo Ricci.
Donde sí disminuyó el porcentaje de consumo en la región fue en el caso del tabaco, pasando de 42,3% en 2013 a 36,7% en el estudio actual.
Estos resultados, según Aguirre, están asociados, entre otros aspectos, al trabajo preventivo que realizan en los distintos establecimientos educacionales.
"Esto involucra en que la gente está tomando mayor conciencia y también tiene una mayor percepción de riesgo sobre el consumo de cigarrillo, lo que indica que también en una campaña sostenida en el tiempo promueve que las personas tengan un mayor cuidado", comentó.
En cuanto al consumo de alcohol en la población escolar de la Segunda Región, el estudio muestra una relativa estabilización respecto al estudio anterior.
En tanto, si bien a nivel nacional el uso de marihuana llegó a niveles históricos, en la región ocurre lo contrario y su prevalencia de consumo alguna vez en la vida disminuyó de 42,2% en 2013 a 41,2% en 2015.
de escolares en el país reconoció haber consumido cocaína en 2015. En la región llegó al 8,8%. 4,2%