El recuento del año en un país de poetas
En un 2016 considerado excelente para la poesía chilena, estos son los libros que despertaron el interés de la fundadora de Hueders y editora de Saposcat Marcela Fuentealba, del poeta y columnista Leonardo Sanhueza, del poeta Thomas Harris, del editor de Lumen Vicente Undurraga, del editor y poeta Matías Rivas, del periodista y editor Álvaro Matus y del periodista y escritor Diego Zúñiga.
"Poesía"
Violeta Parra
"Mantra de remos"
Germán Carrasco
"La península"
Ignacio Mardones Nally
"Antología del amor
de Claudia Schvartz"
Francisco Ide y Francisco Morales
"Esto es"
Milagros Abalo
"Los trabajos y los días"
Elvira Hernández
"Tragedias oportunas"
Matías Rivas
"Rompan filas"
Bruno Vidal
El editor y poeta Matías Rivas dice que "este fue un año muy destacado, con libros muy importantes, siete u ocho libros de poesía chilena relevantes y de distintas generaciones, algo medio raro en un solo año, más en un mundo donde se tiende a pensar que la poesía no vende, y ahí tenemos lo que hizo la Universidad de Valparaíso con la poesía de Violeta Parra". Para el poeta, periodista cultura y columnista Leonardo Sanhueza, este es un volumen recopilatorio fundamental.
Vicente Undurraga, editor de Lumen, destaca a "Mantra de remos" de Germán Carrasco, "porque supone la consolidación de una voz fuera de serie y, más concretamente, porque incluye un poema de amor inolvidable: "El clima es un pintor, Nicoletta". Y porque salió bajo uno de los mejores sellos literarios del país". Carrasco confirma en este libro su estilo que combina alta y baja cultura, la experiencia cotidiana a los versos, mostrando la vigencia del poeta más paradigmático surgido en los noventa. El editor Álvaro Matus suma otro título de Carrasco entre los destacados, "Imagen y semejanda" (Lumen), que vendría a saldar una deuda. "Me parece, por lejos, el mejor poeta de su generación y sus libros no se encontraban, estaban descatalogados", refiere Matus.
"Pasa por sus labios un susurro/o tecnología discreta puesta a funcionar/por la sed que tiene de escucharse a sí misma". Sofía, Úrsula, Diana, Vila, Priscila, Vil, Uma, algunos de los nombres de estas penínsulas, mujeres solitarias y de accionar entre errático que inspiran estos poemas de Ignacio Mardones, un trabajado poemario debut. Marcela Fuentealba afirma que "tiene arrojo ante sus obsesiones, es un caleidoscopio perfecto para ver el mundo". Leonardo Sanhueza reconoce "un tono menor cuya elegancia me parece conmovedora", y lo homologa, pese a sus diferencias, con "Hijos únicos" de Juan Santander Leal (Overol).
Leonardo Sanhueza destaca el trabajo que cruza disciplinas en "Antología de amor de Claudia Schvartz", que recientemente obtuvo el premio del Círculo de Críticos de Arte de Chile en poesía. La coautoría es porque complementa los textos de Ide, -reversiones de Kavafis, Maiacovski, Ho, anónimos, Hulme, entre otros- bajo la lógica de apropiación. Marcela Fuentealba lo menciona como un "desgarro para sentir lo terrible".
La editora de este libro, Marcela Fuentealba, agrega el segundo poemario de Abalo a los destacados del año. Lectores reconocidos como Roberto Merino y Gonzalo Maier refirieron en sus columnas el impacto que les causó el registro de un poema de un hombre llorando en la calle: "Hasta hoy que paseaba y junto a mí pasó/ un hombre exquisito llorando en silencio/caían lágrimas de sus ojos/lágrimas hasta su boca/y le habría tomado la mano,/su mejilla con la mía/y lo habría besado". Thomas Harris también lo considera "una grata sorpresa".
Como "un libro recopilatorio fundamental" -como el de Violeta Parra- define Leonardo Sanhueza a "Los trabajos y los días" Elvira Hernández, la antología que suma la totalidad de sus diez libros inéditos. "Es una poesía conocida, probada y espléndida", afirma el poeta y encargado de referencias críticas de la Biblioteca Nacional Thomas Harris. Uno de los aciertos del editor Vicente Undurraga para este libro es disponer sus poemas en un orden de escritura y no de publicación, lo que obliga a una reinterpretación de la evolución de su poesía. "Cultivo de hojas", uno de los inéditos, aporta diluyendo la diferencia entre el seudónimo Elvira Hernández y su nombre real, María Teresa Adriasola. El escritor Diego Zúñiga agrega: "Fue un gran año para la poesía chilena, y esta antología suculenta es uno de sus puntos más altos: una escritura política, incómoda, excéntrica, inteligente, de una sensibilidad realmente particular".
Luego de destacar "La calle Madelstam y otros territorios apócrifos" (FCE) de Huenún y el trabajo antológico de Elvira Hernández, Marcela Fuentealba compara este libro con "Yatagán" (Tácitas) de Gloria Dünkler, reciente ganadora del Premio Pablo Neruda de Poesía Joven. La editora afirma que ambos "extreman el lugar y las posibilidades", y Rivas ejecuta una revisión descarnada del cotidiano (las compras del supermercado, el matrimonio), del erotismo literario y de mediana edad.
Marcela Fuentealba compara "Rompan filas" de Bruno Vidal y "El primer libro y otros poemas" (UDP) de Soledad Fariña, que en conjunto construyen "una historia paralela de enfrentar las palabras y el poder, la intensidad vital". Este extenso libro de otro secreto de la poesía chilena, diametralmente opuesto a Elvira Hernández, cuenta también con la anuencia de Thomas Harris, en su particular revisión de los hechos políticos que marcan el pasado reciente de nuestro país.