"Veo un hambre genuina de cambiar las cosas en las nuevas generaciones"
Si piensa que convivir consigo mismo en ocasiones resulta complicado, imagine hacerlo con otras siete personalidades rondando su cabeza.
Tras 22 años fuera del país la escritora antofagastina Marcela del Sol está de vuelta en su ciudad natal para presentar su primer libro -antes lo hizo como Ghostwriter- "Caleidoscopio", versión en español de la novela superventas que fue publicó en Australia, lugar donde está radicada.
Convertido en best seller en Amazon, "Caleidoscopio" responde al impulso de la autora luego de un largo viaje interno marcado por experiencias extremas y traumáticas. En 2013, un accidente automovilístico despertó en ella un Trastorno de Personalidad Disociativa. Una condición mental que hasta hoy la mantiene literalmente viviendo con siete personas distintas pululando dentro de su cabeza.
Guiada por este "equipo", Marcela escribió un libro de ficción que, como suele ocurrir en este género, tiene bastantes conexiones con "algunas" realidades, pero no es su biografía.
Pero el libro no solo trata sobre su trastorno. Desde una mirada feminista, donde el hombre se considera un aliado, la escritora antofagastina (sobrina de la actual ministra de Minería, Aurora Williams) reclama el poder y la sexualidad de las mujeres, invitando a derribar las directrices patriarcales de la sociedad chilena.
Siete son multitud
¿Qué factores influyeron para que desarrollaras un Trastorno de Personalidad Disociativa?
-Mi trastorno no ocurrió simplemente por el accidente. Indudablemente lo gatilló, pero eso sumado a otras experiencias adversas en mi vida como el abuso sexual que sufrí, cosas súper detrimentales para la formación de la psiquis de una persona, fue lo que abrió este umbral a todas estas otras "personas" que estaban dentro de mí en silencio.
¿Cómo se vive con esta condición?, ¿cómo es el día a día?
-El trastorno en sí es un desafío porque tú no estas consciente de tus 24 horas. Aún no tengo identificado todos los gatillantes de mi condición, entonces, puedes decirme algo que active mi trastorno y terminas hablando con otra persona. Es un reto enorme porque no solo impacta en la memoria de tus propias acciones, sino que también de manera física.
¿Con qué frecuencia tienes estos episodios de personalidad múltiple?
-Desafortunadamente son gatillantes. Hay algunas cosas que he ido identificando con el tiempo sobre mi condición, no obstante, siempre hay algo que desconozco. Es como ser un barco con capitanes que tienen distintos talentos para maniobrar la barca. Es similar a un equipo de defensa que tu mente instaura en ti para ayudarte a sobrevivir. La otra cara de la moneda es el suicidio.
Entonces, ¿cuál de las siete personalidades es la que escribe?
-Yo mayormente escribí "Caleidoscopio". Sin embargo, encontraba capítulos que no tenían ninguna cohesión con mi trabajo. Eso igual implicó mucho más trabajo. Eso sí, dejé afuera mucho material que "ellos" habían creado.
Sexualidad
¿Qué temas abordas en "Caleidoscopio"?
-Esta es la versión en castellano del best seller en inglés. El libro trata de una mujer (Lucía) que vive con un Trastorno de Identidad Disociativa y los procesos con los cuales ella vive. Además, la novela tiene un alto contenido erótico porque quiero demostrar cómo el sexo puede ser utilizado como una herramienta de construcción y también de destrucción. La idea es que la gente comience a desarraigarse, sobre todo el hombre, de aquellas estructuras patriarcales que le dice que utilice el sexo como control sobre la mujer.
Después de estar 22 años fuera del país, ¿con qué Chile te encuentras, sigue siendo una sociedad machista?
-Sí, absolutamente. Pienso que tanto el hombre como la mujer están frustrados sexualmente. Todo el mundo tiene sexo. El problema es que siendo algo tan natural nosotros lo hemos tergiversado en algo tan censurado, sucio, incluso, se denosta a alguien que reconoce su identidad sexual. Estamos viviendo en una sociedad totalmente hipócrita, con directrices patriarcales que indican que la mujer para ser una mujer de bien tiene que ser una persona asexuada y solo una vía de reproducción. La única connotación positiva que está sociedad le está dando al sexo es la reproducción. Hay tantos tabúes innecesarios en el progreso de la sociedad, transversalmente, no solo sexualmente.
¿Son las mujeres chilenas tan machistas como los hombres?
-Hemos crecido en una sociedad patriarcal. Hemos crecido en una sociedad cuyas fundaciones han sido establecidas por hombres. También hay una cuestión de miedo en donde se justifica que "así se han hecho siempre las cosas" o "para qué hacer las cosas distintas si nada va a cambiar". Creo que ese es el primer problema que enfrentamos como sociedad.
La mujer bajo esta ilusión de que la máxima ambición o lugar al que puede optar en la vida es ser una mujer mantenida porque se le debe el privilegio de mantenerla, son actitudes que soportan el machismo. La mujer tiene miedo, un miedo entendible válidamente porque ha sido abatida por generaciones. Es cierto que la mujer impulsa el machismo, pero no es culpable de éste.
¿Qué impresión tienes de las generaciones más jóvenes en cuanto a su sexualidad?
-Veo un hambre genuina de cambiar las cosas en las nuevas generaciones. Veo mucho proactivismo. Estuve en contacto con activistas políticos jóvenes en mi paso por Santiago y veo las ganas que tienen de transformar esta sociedad y de terminar de una vez con estos paradigmas absurdos que les han impuesto sus padres. Aplaudo a las nuevas generaciones porque tienen menos miedo que generaciones como la mía, por ejemplo.