UE: acuerdo con Reino Unido debe ser "necesariamente inferior a membresía"
BREXIT. Desde la Administración de Theresa May aseguraron que los países "ya hacen fila" para negociar con Gran Bretaña. El bloque anticipó que se viene un proceso "muy difícil" y medios británicos endurecen su tono.
La promesa de la Primera Ministra británica, Theresa May, de lograr una salida limpia pero cordial de la Unión Europea (UE), despertó ayer reacciones muy dispares: optimismo en Gran Bretaña y escepticismo al otro lado del Canal de la Mancha.
Las reacciones de los socios europeos fueron claras. Entre ellas, las del primer ministro maltés, Joseph Muscat, cuyo país ejerce la presidencia protémpore de la UE, quien calificó como un "desarrollo bastante positivo" la renuncia británica a seguir en el mercado único. Y dijo: "Queremos un acuerdo justo con Reino Unido, pero este acuerdo tiene que ser necesariamente inferior (en calidad) a la membresía. Esto no debería sorprender a nadie".
No obstante las reacciones entre los socios europeos, funcionarios británicos elogiaron el objetivo marcado por la Mandataria de un "audaz y ambicioso acuerdo de libre comercio con la UE", junto con nuevos acuerdos comerciales entre Gran Bretaña y otros países. El secretario británico de Exteriores, Boris Johnson, escribió en el diario Daily Telegraph que los países "ya hacen fila" para cerrar acuerdos.
Negociaciones "difíciles"
Las autoridades europeas cuestionaron el optimismo británico sobre un "brexit" tranquilo y mutuamente beneficioso. El negociador para el "brexit" del Parlamento Europeo, Guy Verhofstadt, dijo que "Gran Bretaña ha escogido un 'brexit' duro. La claridad de May es bienvenida, pero los días en los que el Reino Unido escogía lo que quería, a la carta, de Europa se acabaron".
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, si bien dijo que buscará un pacto "equilibrado", adelantó que "las negociaciones serán muy, muy, muy difíciles", ya que el Reino Unido deberá ser considerado como un país de fuera del bloque.
En la misma línea habló la ministra sueca de Asuntos de la UE, Ann Linde, quien recordó que May "dejó muy claro que quiere un 'brexit' muy duro" y anticipó duras negociaciones en el futuro.
La incertidumbre rodea a otros aspectos del discurso de May, como su promesa de que el Parlamento británico votará el acuerdo alcanzado con la UE. May y su secretario para el "brexit", David Davis, declinaron responder de forma directa cuando se les preguntó qué pasaría si los legisladores rechazan el acuerdo. "No lo rechazarán", dijo Davis a la BBC.
Por su parte, los diarios británicos, euroescépticos en su mayoría, se centraron en el comentario de May sobre que Gran Bretaña podría dañar la economía de la UE si el bloque impone un acuerdo de salida punitivo. El titular de The Times of London advertía: "Dennos un acuerdo justo o serán aplastados", mientras que el Daily Mirror tituló "Dennos un acuerdo... o nos vamos".
Los periódicos europeos, por su parte, interpretaron el discurso como una prueba de que Gran Bretaña se está volviendo hacia sí misma. El diario alemán Die Welt mostró en primera página el titular "Little Britain", título de una serie satírica ambientada en el Reino Unido. En una alusión al Presidente electo de Estados Unidos, el italiano La Reppubblica dijo que "Londres consigue su muro".
Polémica con Hollande
Mientras la UE sopesaba el discurso de May sobre la dura negociación que vendrá, el ministro británico de RR.EE., Boris Johnson, abrió una polémica al comparar al Presidente francés, François Hollande, con un carcelero de la Segunda Guerra Mundial por-segun él- condenar a los países que abandonan la Unión. "Si el señor Hollande quiere administrar palizas castigadoras a cualquiera que escoge escapar más al modo de una suerte de película de la Segunda Guerra Mundial, entonces no creo que esa sea la manera de avanzar", afirmó Johnson en una conferencia en Nueva Delhi.
Trasfondo económico
Expertos reunidos ayer en el Foro Económico Mundial de Davos consideraron que el escepticismo y la frustración que atraviesa el proyecto europeo, cuyo mayor exponente es el "brexit", tienen su origen en causas económicas. El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici; el premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz, y la presidenta de la energética italiana Eni, Emma Carcegaglia, entre otros, destacaron la elevada tasa de cesantía, los recortes sociales y la caída de los ingresos como los factores que han hecho arraigar fuertes sentimientos antieuropeos.
de enero la Corte Suprema británica fallará sobre si el Gobierno debe consultar al Parlamento sobre el "brexit". 24
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