La minería siempre ha despertado gran interés de análisis por la importancia económica que genera en nuestra región y país, con el 60% de las exportaciones nacionales, el 57% del Producto Interno Bruto Regional, y explicando el 43% del PIB nacional de los encadenamientos del sistema productivo.
Dicho sector está constituido por 5.998 empresas y ofrece 700 mil puestos de trabajo directos e indirectos. De estas empresas, el 62% posee su casa matriz en Santiago y solo el 12% pertenece a la Región de Antofagasta. Al encontrarnos en esta región, surge el interés de realizar un estudio desde la academia para poder determinar qué tipo de proximidad explica mejor la cooperación en las empresas proveedoras de la minería en la región. Este trabajo ha sido realizado por los académicos Cristian Geldes, perteneciente a la Universidad Alberto Hurtado; y Claudia Pezoa, junto a los tesistas de la Facultad de Economía y Administración de la Universidad Católica del Norte, Alexandra Paniagua y Lizette Molina.
En este estudio se ha identificado, a partir de una muestra de 118 empresas proveedoras de la minería, que el 57% de ellas coopera con sus clientes, mientras que el 54% lo hace con sus proveedores. A su vez, de las empresas que cooperan que están en la región de Antofagasta (55% del total), el 47% lo hace con empresas de la región, mientras que el 40% coopera con empresas de diferentes zonas del país. Las relaciones de cooperación de las empresas entrevistadas son en un 56% en el área comercial y el 60% en el área de producción.
Por último, otro de los resultados relevantes del estudio, es que cerca del 60% de estas empresas establece relaciones comerciales de mediano y largo plazo.
De los tipos de proximidad no espacial (social, cognitiva, institucional y organizacional), sólo encontramos relación positiva con la cooperación a la proximidad social (redes de contacto, por ejemplo). Por su parte, en cuanto a la proximidad espacial (localización), esta hace un efecto moderador, positivo para la cooperación.
Bajo nuestra mirada, sugerimos que el diseño de políticas públicas considere estrategias asociativas para fortalecer y fomentar los lazos sociales y territoriales.
Claudia Andrea Pezoa Fuentes
Académica-Investigadora FACEA-UCN