Con Daniel, un amigo que vino de Portland a probar suerte en la ciudad, caminamos desde calle Prat hasta el Estadio Regional, buscamos un lugar con comida vegana, me declara que le molestan los anglicismos en este lado del mundo, nos reímos un poco de un letrero que ofrece "Mexican Food". Terminamos sentados sirviéndonos una pizza en un paradero de locomoción colectiva. Cada cierto rato se detienen taxis piratas para ofrecer llevarnos a un precio módico. Voy a extrañar Antofagasta, me dice y nos despedimos para siempre.

"Siento que no soy nada, se lo murmuro una y otra vez a la tierra que desfila ante mis ojos, pero la única respuesta que recibo es el rugido del bus que avanza obstinadamente hacia el sur." Leo en "Migrante" del autor Felipe Reyes a minutos del lanzamiento del libro de Cristian Ochoa, "El Sueño Sudamericano", mientras levanto la mirada morbosa hacia un bebé de raza negra que me muestra su boca edéntula tratando de sonreírme.

El libro de Ochoa es principalmente de naturaleza fotográfica, convirtiéndose hacia un carácter kinésico y sensorial. Además de icónico de la realidad de los inmigrantes colombianos en la aspereza del desierto que ofrece la segunda región, contiene en una serie de parafraseos con la emocionalidad de quienes retrató: "Antofagasta no es la ciudad que esperas, vienes con una mentalidad del Facebook", "Hice mi propio templo y manejo mi propia energía". Más allá de lo asertivo que resulta el autor del "Sueño Sudamericano" en cuanto a las capturas, éste es capaz de interpelar al observador/lector en calidad de extraño-foráneo en su propia tierra, haciendo que nos replanteemos en la vitalidad que surge del ánimo del ensueño, lejos del carácter onírico o fantasioso, sino que bajo la "rugosa realidad por estrechar" de la que habla Rimbaud, en medio del irregular contraste urbano. El FotoLibro de Ochoa entrega el click oportuno para revelar nuestro mundo íntimo, que despierta duro hacia la existencia.

Kamila López

Daniel Contreras Palma

Tras vivir los últimos 14 años en California, Estados Unidos, y por primera vez sin su legendario grupo La Ley, el cantante chileno Beto Cuevas vuelve a la música en modo solista con una serie de presentaciones en el país promocionado su nuevo single "Mírame a los ojos", un adelanto de lo que será próximo trabajo musical.

En ese contexto, Antofagasta es uno de las paradas escogidas por el exvocalista de La Ley para marcar su retorno a los escenarios. Y lo hará en el marco del festival de la ciudad este domingo 12 de febrero.

En entrevista con "El Mercurio de Antofagasta", Beto Cuevas repasó varios temas relacionados con la escena musical chilena, desde la irrupción del nuevo grupo Día Cero -integrada por los exLa Ley Rodrigo Aboitiz, Luciano Rojas, Pedro Frugone y Mauricio Clavería, junto al cantante Ignacio Redard (del dúo electropop The Plugin), hasta el alejamiento de los escenarios de su amigo Jorge González.

Gira nacional

¿Cómo te has preparando para tu regreso a los escenarios?

-La última vez que estuve sobre un escenario fue con mis excompañeros (La Ley). Lo que he estado haciendo últimamente es justamente prepararme y ensayar mucho con mi nueva banda para empezar a tocar en mi país. También sigo trabajando en mi disco, y seguramente voy a tener varios show en diferentes países de Sudamérica, pero todo apuntando hacia la creación de lo que va a ser mi música próximamente.

¿Con qué Beto Cuevas se va a reencontrar el público, un sonido más cercano a La Ley o algo totalmente diferente?

-Cada vez que yo canto siempre va a haber una reminiscencia de La Ley porque he sido la voz desde que empezamos como grupo. Siempre habrá un alcance respecto a lo que he hecho en el pasado. Sin embargo, y a diferencia de lo que he hecho recientemente, creo que esta vuelta va a tener una impronta y una especie de sonido más rockero, que es lo que realmente me interesa hacer ahora.

En cuanto a términos de contenidos de mis canciones, me interesa decir cosas más relacionadas con lo que sucede en el mundo hoy en día.

¿Sientes ese nervio por subir al escenario como en tus primeros años de carrera?

-No como en los primeros años, pero siempre existe ese nervio que seguramente voy a sentir el día previo del concierto. Es una sensación que ya aprendí a quererla. No es una sensación de inseguridad, porque para subirse a un escenario uno tiene que estar preparado. Espero volver a reencontrarme con el público sobre un escenario y pasarla bien.

"para la ley estoy yo"

¿Cuál consideras que fue el aporte que hizo La Ley a la música chilena?

-Nosotros aparecimos en una época muy especial donde habían fuertes tendencias musicales. Creo que La Ley no necesariamente se colgó a la tendencia del momento en que las guitarras sonaban un poco más rabiosas. En cambio, nosotros seguimos con un aspecto un poco más melódico a través de nuestra música. Creo que nuestro aporte fue haber hecho buenas canciones que le gustaron a mucha gente.

¿Cómo evalúas el rol de Ignacio Redard vocalista del grupo Día Cero, cantando las canciones de La Ley?

-No puedo decir si él (Igancio Redard) está bien para La Ley. Para La Ley estoy yo. Me parece un buen cantante y creo que en la medida que ellos (Día Cero) saquen canciones nuevas y no solamente se basen en el repertorio de La Ley, la gente va a poder conocerlo en su esencia. Les deseo que como grupo les vaya bien y que sean felices.

¿Cuál es tu análisis de la música chilena actual?

-Me parece buenísimo. Creo que hay una escena musical muy concreta a diferencia de los que vivimos nosotros en los 90. Es una escena mucho más unida donde es normal ver a un cantante de un grupo o un solista cantar con otro y realizan conciertos juntos. Me gusta que haya una suerte de camaradería y hermandad que yo por lo menos no sentí en mi país cuando partió La Ley.

Lo que pasa es que nosotros también nos desprendimos de todo. Fuimos parte del under durante un tiempo pero nos empezó a ir bien y nos fuimos trabajar a México. Definitivamente hoy veo mucha calidad. He escuchado muchas bandas con muy buena música. Creo que es un momento muy excitante para la música chilena que, sin duda, se va a seguir desarrollando con mucha creatividad.

El adiós de un amigo

Hace algunas semanas atrás se despidió de los escenarios uno de los músicos más importantes de la escena nacional y sudamericana como es Jorge González, de quien, por cierto, tú fuiste muy amigo, ¿qué te pareció su alejamiento de la escena?

-Jorge sigue siendo un muy buen amigo todavía. Yo lo quiero mucho y creo que aun tiene un gran potencial de escribir cosas y de crear. Él decidió despedirse de los escenario y es una decisión muy personal. Pienso que Jorge de alguna manera se va a reinventar y para lo que él necesite ahí vamos a estar los que somos amigos y lo queremos.

no sentí cuando partió La Ley"

"Definitivamente hoy veo mucha calidad. Creo que es un momento muy excitante para la música chilena que, sin duda, se va a seguir desarrollando con mucha creatividad"."

"Pienso que Jorge González de alguna manera se va a reinventar y para lo que él necesite ahí vamos a estar los que somos amigos y lo queremos"."