A 50 años de "Bonnie y Clyde"
Warren Beatty y Faye Dunaway siguen bajo "trolleo" por el chascarro en los Oscar. Pocos recuerdan que protagonizaron la película seminal del Nuevo Cine Americano, que este año cumple medio siglo.
No hay duda de que la figura más vilipendiada de esta semana fue Warren Beatty, tras el error que, en primera instancia, dio como ganadora del Oscar a "La La Land" y no a "Luz de luna". El actor de 79 años de edad subió al escenario junto a la actriz Faye Dunaway, con quien protagonizó, hace 50 años, una de las películas más influyentes del cine estadounidense: "Bonnie y Clyde".
Lo que probablemente los televidentes jóvenes no sabían es que ese hombre fue alguna vez responsable de la revitalización del cine americano. Fue en los 70, cuando el mundo parecía estar cambiando brutalmente tras la muerte de la utopía hippie y ad portas de un preocupante panorama sociopolítico. Beatty -por entonces una estrella capital dentro de la industria- comprendió que Hollywood tenía que despertar de su siesta dulce y acoger el clima de los tiempos.
Fue en París, y gracias al gran François Truffaut, que el actor se enteró de que andaba circulando un guión sobre los famosos asaltantes Clyde Barrow y Bonnie Parker que sus autores (David Newman y Robert Benton) pretendían realizar al estilo de la Nueva Ola francesa. Por eso acudieron a Truffaut, quien rechazó la invitación cordialmente.
Beatty tomó entonces las riendas del proyecto. Tuvo una reunión con Jean-Luc Godard que no llegó a buen puerto; barajó nombres de cineastas como William Wyler, Karel Reisz y John Schlesinger sin concretar la colaboración y, después de asignarse como protagonista, trató de convencer a Jane Fonda, Cher y Natalie Wood para que interpretaran a Bonnie. Finalmente encontró a Faye Dunaway, quien venía de actuar junto a Anthony Quinn en "The happening".
El actor negoció posteriormente con el director Arthur Penn, con el que ya había trabajado en la película "Mickey one". Los unía el gusto por las revoluciones cinematográficas que llegaban de Europa. Beatty, de hecho, quería filmar "Bonnie y Clyde" en blanco y negro, pero los estudios Warner se opusieron.
Lo que sí pudo establecer el actor/productor es que la película abandonara su carácter de comedia -como estaba pensada originalmente- para adquirir una violencia poco común en la época (el final sigue siendo memorable). Además, acaso como gesto político en el inicio de la era Nixon, decidió hacer al espectador cómplice del trayecto de los ladrones. Detrás de ellos se escondía una nobleza -y un amor loco- más grande de la que podría cargar cualquiera de los policías y funcionarios que seguían sus pasos. "Bonnie y Clyde" fue una reivindicación de la marginalidad.
A medio siglo de su estreno, la película sigue pareciendo cruda y visionaria. El hecho de que en 1968 acumuló 10 nominaciones en los Oscar, habla además de la aceptación de una propuesta desafiante al interior de la industria. Sería el inicio de la mejor era del cine americano, una época de propuestas oscuras y desencantadas que marcó el nacimiento de Martin Scorsese, Francis Ford Coppola, Brian De Palma y William Friedkin, entre otros importantes disidentes. Agradézcanselo a Warren.
Medio siglo de un lanza internacional
-¿Por qué le interesó el mundo de los lanzas?
-En Europa, en los años 80, Chile era conocido por Allende, Pinochet, los vinos y... por los lanzas internacionales. Posteriormente, también lo fue por nuestros futbolistas. Las policías europeas reconocen que los chilenos, más astutos que violentos, son los mejores carteristas del mundo y les tienen respeto. Yo he conocido a algunos, pero ese tema me lo reservo. Desde los tiempos de Alí Babá, los ladrones han sido personajes de leyenda y la literatura chilena estaba en deuda con estos aventureros excepcionales.
En resumen
Beatty y dunaway, en "bonnie y clyde", hace cincuenta años.
-¿Cuáles han sido los lanzas chilenos más excepcionales?
-Se cuenta que a mediados del siglo pasado, la Yuyito, la lanza chilena más famosa, le robó en el metro de Nueva York la billetera al director del FBI, la poderosa policía de Estados Unidos. Esas historias abundan. Entre los ladrones chilenos, los lanzas internacionales son la "aristocracia". A pesar de provenir de las poblaciones más postergadas, son capaces de viajar por el mundo, mimetizarse e ingresar a "trabajar" a un hotel cinco estrellas vestidos de Armani, como dos de ellos que yo vi en París.
-¿Cómo es su vida en Las Cruces?
-Las Cruces es un pueblo tranquilo que mira al mar. Está fuera de la carretera y en verano la población se multiplica por diez. Yo vivo y escribo en una casa sencilla donde tuvo su taller nuestro gran pintor Juan Francisco González. Por fortuna, se han conservado las casas de los aristócratas que un día emigraron a Zapallar y otros guetos cuicos. "En Las Cruces los pobres les compramos las casas a los ricos", me dijo Nicanor Parra. El antipoeta vive a cincuenta metros y cada cierto tiempo paso a conversar con él.
Labarca vive en Las Cruces, a 50 metros de la casa de nicanor parra.
beatty y dunaway en los oscar, el domingo pasado.
en resumen
Bonnie Parker y Clyde Barrow fueron los bandidos más famosos de EE.UU. Fueron abatidos en 1934. Tenían 20 años. Su historia ha sido llevada 15 veces al cine, a libros y videojuegos.
Por Andrés Nazarala R
3 preguntas
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Eduardo Labarca es abogado, periodista y escritor. Con su libro "Lanza internacional" (Catalonia, 2010) ganó el Premio Libro Latino 2016 en Estados Unidos. En su más reciente novela, "Los 50 del lanza" (Catalonia), vuelve a tomar la vida de El Flecha, un ladrón chileno a punto de cumplir el medio siglo y con ganas de retirarse.
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