13 calles serán las primeras en tener sistemas de aguas lluvias
PREVENCIÓN. MOP licitará este año los diseños para una red de 6 kilómetros de extensión, en cuatro sectores de la ciudad.
Trece calles de cuatro sectores de Antofagasta serán consideras en la primera etapa de los diseños del "plan maestro de aguas lluvias" que la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP planea ejecutar en la ciudad.
La iniciativa busca dotar de sistemas que capten y dirijan de modo seguro los flujos que descienden desde las quebradas de manera de evitar anegamientos como los producidos tras las lluvias de 2015.
La idea del ministerio es construir estos sistemas como complemento a los proyectos de control aluvial ya implementados en cinco quebradas de la comuna, los cuales están pensados para atrapar material sólido potencialmente peligroso, y no los excedentes de agua que se generan.
El modelo a seguir es la quebrada Salar del Carmen, que cuenta con piscinas decantadoras y una vía especial de evacuación, como es avenida Salvador Allende, que fue diseñada con un perfil rebajado en el centro (bombeo inverso) para dirigir el agua hasta la costanera y luego por debajo de ésta hasta el mar.
Bajo esta mirada, los primeros diseños que se encargarán corresponden a las calles Puerto Natales (para la quebrada Farellones), Quito, Salar de Pajonales, Paraguay, Rendic (quebrada La Cadena), Buenos Aires, Montevideo, Tarapacá, Lima, San Martín, Zenteno (quebrada El Ancla), Baquedano (quebrada Baquedano) y Uribe (quebrada Uribe).
Sólo en esta etapa la cartera proyecta diseñar obras de captación para unos 6 kilómetros de calles de la ciudad.
Trámite
El director de Obras Hidráulicas, Manuel Gutiérrez, explicó que a fines de abril el expediente del proyecto será ingresado al Ministerio de Desarrollo Social para la obtención de la recomendación técnica.
Posteriormente la iniciativa, en su etapa de diseño, será presentada al Consejo Regional para su financiamiento.
La generación de estos diseños es parte de un convenio de programación suscrito entre el MOP y el Gobierno Regional en 2015, para el desarrollo de obras de mitigación aluvial en varias comunas.
Diseños similares se encargarán para Tocopilla, Mejillones, Taltal y Calama.
En relación al tipo de obras que se realizarán, Manuel Gutiérrez explicó que la solución técnica será propuesta por el consultor en la etapa de diseño, aunque las opciones más probables son dos: la instalación de ductos de canalización subterráneos, o la modificación de las calzadas a fin de evacuar el agua por su eje central, como ya se hizo en Salvador Allende.
"Estos diseños cumplirían una función similar a las obras de avenida Salvador Allende, que tiene como objetivo que las aguas lluvia pasen por la ciudad sin generar mayores inconvenientes a la población", describió la autoridad.
Recursos
El seremi de Obras Públicas, César Benítez, justificó lo que seguramente será una altísima inversión posterior, en la necesidad de generar obras que den seguridad a la población en caso de nuevas precipitaciones.
"La realidad nos indica que el clima en el norte cambió y es necesario comenzar a generar infraestructura distinta, tanto en Antofagasta como en otras comunas que pueden verse expuestas a estos fenómenos naturales", apuntó.
Sobre los recursos que demandará la ejecución del proyecto, explicó que de momento no hay forma de estimarlos. Lo único seguro, añadió, es que serán obras de alto costo, por lo que se requerirá un "esfuerzo intersectorial" para afrontar su desarrollo.
Estudios
El interés por generar un plan maestro de aguas lluvias para Antofagasta data de 2003, cuando el Ministerio de Obras Públicas encargó a la consultora AC Ingenieros la prefactibilidad de un sistema de captación con su respectiva estimación de costos.
El trabajo de la empresa identificó 17 áreas de riesgo de inundación por aguas lluvias, las cuales requerían la construcción de una red primaria de 30 kilómetros de longitud.
La inversión necesaria para concretar dicho proyecto ascendía, en esa época, a $48.281 millones.
El estudio de la consultora indicaba que la forma más segura de conducir de manera controlada los caudales era mediante "la construcción de conductos, abiertos o cerrados, que crucen en sentido oriente-poniente el casco urbano de la ciudad".
Pero la propuesta incluso iba más allá, pues se planteaba que la construcción del sistema debía ir asociada a obras de mitigación aluvial en todas quebradas de la ciudad.
Las recomendaciones de la empresa quedaron olvidadas hasta 2015, cuando, debido a las fuertes lluvias de ese año, se toma la decisión política de retomar el proyecto.
millones costarán los $800