Baja demanda desploma el valor de arriendos de departamentos
OFERTA. Hasta 20% menos cobran por cánones de inmuebles que hasta hace unos meses presentaban costos que promediaban los $500 mil.
En la historia quedaron los días donde el valor del arriendo promedio de un departamento de 70 metros cuadrados (m2) en Antofagasta se equiparaba a los sectores altos de Santiago.
Esto porque hasta fines del 2015, en la ciudad el costo por UF/m2 de arriendo era el más alto (UF 0,28) después de algunas comunas del barrio alto de la capital, como Lo Barnechea (UF 0,30), Las Condes (UF 0,30) y Vitacura (UF 0,29).
Pero ya en ese periodo, el boom del cobre comenzó a bajar y una de las primeras piezas del dominó alcanzadas por el efecto fue la del mercado inmobiliario, específicamente en lo que respecta al arriendo de departamentos.
Desde ahí, los valores de arriendo en la capital minera comenzaron a bajar, promediando actualmente entre 15% a 20% menos con respecto a la cifra que ostentaban hace un par de años. También bajó la demanda.
Pese a ello, no parece extraño (como lo era en 2012 o 2013) pasear por cualquier sector de la ciudad y ver en varias ventanas de los edificios residenciales carteles con el típico 'se arrienda'.
Corredores
Los corredores de propiedades coinciden en que, si bien terminó el tiempo de la plusvalía debido a la enorme demanda, el mercado sigue siendo rentable, pero con precios más acorde a los dividendos.
"Nos vimos en la obligación de acomodarnos a los precios de mercado. En este momento hay mucha oferta y muy poca demanda, por lo que debemos competir bajando los valores", precisó Sonia del Carmen Monzón, corredora de Monzón Propiedades.
En efecto, uno de los departamentos que maneja esta corredora está en los nuevos edificios ubicados frente a la playa Llacolén, que fue arrendando en $480 mil mensuales.
"Hace un año atrás ese inmueble podrían fácilmente ser arrendado por $530 mil, más los gastos comunes que llegan a los $70 mil, lo que redondearía la cifra en $600 mil", detalló Monzón.
Alejandro Lepori Cárcamo, de AIF & Asociados, dijo que la disminución de los valores tiende a ser más evidente en algunos sectores, ya que los espacios considerados como exclusivos mantienen sus precios relativamente altos.
Por ejemplo, la mensualidad de un departamento Almagro ubicado en calle Cerro Paranal (inmediaciones del colegio Los Chañares) puede llegar hasta los $850 mil.
"El coste varía según los sectores. Hay algunos preferenciales, como por ejemplo Parque Brasil o en su mayoría los que están en el lado sur en donde no se ha notado una baja de precios, aunque los tenga. Pero del promedio, el valor de los arriendos disminuyó en 20%", agregó.
De hecho, Lepori expuso un interesante detalle que fue validado por sus símiles en Antofagasta.
"Esto se aprecia considerablemente con los departamentos ubicados en la Coviefi, específicamente los Santa Beatriz, ya que en muchos de estos arrendaban trabajadores de la minería que llegaban por el sistema de turno. La demanda era alta y esos departamentos promediaban los $450 mil. Ahora, el mismo y más gastos comunes incluidos sale a $280 mil", aseguró.
Estrategia
La baja de algunos departamentos motivó a algunos arrendatarios a dejar sus actuales inmuebles arrendados para mudarse a uno más económico.
Esta tendencia generó que nuevamente renegociaran el valor de la vivienda entre los arrendatarios, corredores y propietarios para evitar que los inmuebles quedaran vacíos por prolongados periodos.
"Bajé los valores a dos clientes distintos en el sector de Parque Inglés. Esto porque antes su arriendo promediaban los $780 mil y me dijeron que ya no podían seguir costeando esa cifra. Les pregunté que cuánto era su presupuesto de arriendo. Eran $600 mil y después de acordarlo con sus dueños, quedó fijado el nuevo valor", dijo Carmen Monzón.
"Estos inmuebles pueden estar fácilmente cinco o seis meses sin arrendatarios, por lo cual los dueños prefieren mantener a quienes ya viven allí, a pesar de que deban bajar los valores", comentó.
Por último, Yinia Shneider, de Shneider Propiedades, contó que antes el trato entre los clientes y los corredores de propiedades era muy distinto debido a la gran demanda y a la seguridad de arriendo que esto generaba.
"Cuando llegué hace diez años, busqué un departamento y el trato con la corredora sólo fue por teléfono. Tuve yo misma que buscar la calle, pedir las llaves, dejar mi carnet en conserjería y prácticamente, mostrarme el departamento yo misma. Después pagué la comisión. Ahora uno se la debe jugar por el cliente", enfatizó Shneider.
El economista y académico de la UCN, Marcelo Lufin, respaldó la tesis que este efecto es otra consecuencia del actual escenario económico en la región.
"En la época caracterizada por el boom minero recibimos mucha población flotante con expectativas muy alta de negocios y oportunidades. Eso generó que la alta demanda. Eso fue lo que estuvimos observando por mucho tiempo, todo un ambiente de prosperidad y expectativas por el futuro. Ahí comenzó el alza de precios, que inevitablemente en algún momento terminaría", comentó el experto.
La población flotante emigró y actualmente cientos de departamentos compiten por arrendatarios, bajando sus precios y entregando más beneficios a los arrendatarios.
"Hoy estamos en un nuevo ciclo en donde los arriendos siguen siendo relativamente altos, pero ya sin el ribete de la locura que hubo hace algunos años atrás".
Marcelo Lufin,, economista UCN"