Dániza Urrutia Sepúlveda
Impactantes fueron los detalles dados a conocer durante la audiencia de formalización por el femicidio que ha estremecido a Antofagasta durante los últimos días. La víctima, Lorena Carrasco Aguilera de 30 años, falleció estrangulada por su esposo, que por ese delito arriesga incluso presidio perpetuo calificado (hasta 40 años).
Los dramáticos hechos quedaron al descubierto la mañana del martes, al interior de una clínica oftalmológica ubicado en calle Condell N° 2076, centro de la ciudad.
Durante la audiencia de ayer quedó establecido que la muerte de la joven madre se produjo al interior de esas dependencias y que no hubo intervención de otras personas, es decir, el imputado J.M.R.E. actuó solo, y el terrible desenlace se produjo en el contexto de una discusión.
Cerca del mediodía, pero esta vez en la sala 3 del Tribunal de Garantía, comenzó la audiencia de formalización.
El fiscal especializado en delitos violentos, Juan Castro Bekios, describió en detalle los hechos, tras la recopilación de una serie de evidencias, testimonios, peritajes forenses y la declaración del propio imputado, quien contrajo matrimonio con Lorena el 22 de febrero de 2013, a las 19.05 horas.
Reconstitución
En representación de la familia de la joven intervino el abogado Morris Farachi Parodi, quien en su oportunidad precisó que solicitarían una reconstitución de escena para precisar diversos detalles relacionados con el crimen.
El juez de Garantía, Marcelo Echeverría presidió la audiencia y estuvo atento a los pormenores, a fin de resolver finalmente la situación del imputado, que durante la jornada se mantuvo siempre cabizbajo y quieto.
El magistrado dispuso que se mantuviera reserva de la identidad del imputado, toda vez que le asiste "presunción de inocencia".
Al comenzar su relato, el fiscal Castro Bekios explicó que el Ministerio Público formalizaría investigación en contra del imputado de 32 años, por el delito de femicidio consumado.
El persecutor dijo que el 3 de abril en circunstancias que la víctima se encontraba en compañía de su cónyuge, al interior de la citada clínica (donde éste trabajaba), y valiéndose que estaban solos y aprovechando la superioridad física, sostuvo una discusión de índole familiar, procediendo a tomar del cuello a la joven.
"La víctima trató infructuosamente de defenderse por lo que el imputado procedió a apretarle el cuello fuertemente, lo que le ocasionó la muerte, a causa de una asfixia por estrangulación manual. Mientras la víctima yacía en el piso de ese lugar, el imputado la ocultó en una bodega dentro de un baño, no sin antes cubrir su cabeza con una bolsa plástica y parte de su cuerpo con otra bolsa de color azul, para dejarla allí abandonada", relató el fiscal.
El Ministerio Público solicitó la prisión preventiva del imputado considerando que su libertad es un peligro para la seguridad de la sociedad.
Tras la extensa presentación de pruebas, el magistrado decretó el ingreso del imputado al Centro de Detención Preventiva de Antofagasta.
Traslado
Además, el tribunal fijó un plazo de investigación de 150 días y acogió la solicitud del defensor Agustín Campillay Robledo, de trasladar a J.M.R.E. al recinto penitenciario de la ciudad de Arica, tras la reconstitución de escena, diligencia que el Ministerio Público fijó para la próxima semana.
Durante su intervención, el fiscal Castro Bekios enumeró los antecedentes con que cuenta el Ministerio Público para respaldar la acusación. Entre ellos el certificado de matrimonio que acredita la relación que unía a la víctima y a su agresor.
Además en la carpeta investigativa figura la presentación de la denuncia que hizo Marcela Aguilera, madre de Lorena, quien concurrió el día lunes a las 21.34 horas a la Subcomisaría Antofagasta Norte.
El temor se fundamentaba en la desaparición de su hija, luego de haber concurrido al centro de la ciudad a una oficina de mediación.
Desde eso momento, alrededor de las 16.30 horas, es cuando pierden contacto con ella, ya que no respondió a los mensajes que le enviaron.
Confesión
Alrededor de las 19 horas de ese mismo día, el padre de la víctima, Adrián Carrasco, recibió un llamado de un amigo del imputado, identificado como A.M.A.D., quien le reveló que el imputado le confesó que había matado a Lorena.
El progenitor de la joven se trasladó de inmediato al domicilio que tenía su exyerno para qué sucedía, y éste le dijo que no "pasaba nada, que no había hecho nada".
Cuando desapareció la joven madre vestía una polera de color azul con estampados de flores con brillos, jeans azules y botines con tacos negros, además de una cartera negra.
Durante el relato de cómo ocurrieron los hechos, el fiscal explicó que el amigo del imputado se encontró con él después de cometido el crimen (sin saberlo), ya que fue hasta la clínica de calle Condell.
Allí hizo un pequeño recorrido por las instalaciones y fue en ese momento cuando J.M.R.E., en evidente estado de nerviosismo le dijo "gueón me pegué un condoro".
Allí -según en relato del testigo-, el imputado se puso a llorar y le contó que había "matado a la Lorena".
El amigo pensó que se trataba de una broma, y le preguntó acerca de eso. Sin embargo, sólo en momento se percató de las lesiones (rasguños) que tenía en su cara.
El imputado le confesó a su amigo "sí, le pegué, la asfixié, la ahorqué". No obstante, cuando había terminado de decir esas palabras, hasta la clínica llegó el doctor que hacía las intervenciones, ya que debía atender a un paciente.
Peritos
El especialista, sin saber lo que había ocurrido, hizo la operación que tenía pactada, sin imaginar que en la bodega de uno de los baños, se encontraba el cuerpo sin vida de Lorena Carrasco Aguilera.
Durante la investigación, el imputado hizo dos declaraciones. En la primera negó ser el autor de los hechos, pero al día siguiente optó por confesar donde había dejado el cuerpo.
Eso permitió a peritos del Labocar y de la Dirección de Investigación Criminal de Carabineros, dar inicio a una serie de peritajes asociados al delito.
El crimen se habría producido entre la primera y segunda mampara de la clínica.
A la hora en que concluyó la audiencia, los restos de Lorena eran cremados en el cementerio "Parque del Recuerdo", después de una misa en la capilla "Nuestra Señora de Guadalupe". Cientos de personas acompañaron a la joven madre a su último recorrido por la ciudad que tanto amo.
Sergio, Cornejo,, jefe Labocar, Antofagasta"
"Dos equipos de investigadores comenzaron a recabar antecedentes para recrear los desplazamientos de la víctima"."
Sufrió alopecia por estrés laboral
Hace más de 10 años que el imputado y Lorena se conocían. Tras el matrimonio vino la crisis, ya que J.M.R.E. comenzó a tener problemas en su trabajo. Sufrió alopecia y empezó a ir donde un sicólogo. Tenía estrés laboral y estuvo al menos un año con licencia médica. Eso generó conflictos en la relación, pese al nacimiento de su segundo hijo. Quienes conocen al imputado aseguran que era más bien de bajo perfil, pero que no había podido superar sus problemas. Quien aportaba más a la unión era su mujer, que trabajaba en la empresa familiar (arriendo y reparación de generadores eléctricos). Él siempre tuvo la esperanza de que regresaría con Lorena.
Juan, Castro,, fiscal delitos violentos"
"La víctima trató infructuosamente de defenderse, por lo que el imputado procedió a apretarle el cuello"."
150 días de plazo para el cierre de la investigación decretó el juez de Garantía, Marcelo Echeverría, durante la audiencia de formalización en contra del imputado de 32 años.
22 de febrero del año 2013 se realizó el matrimonio de la víctima y su agresor. La celebración religiosa se hizo en un centro de eventos donde todo fue felicidad y no había presagios de la tragedia.
10 años de relación tenía Lorena Carrasco con el imputado, a quien conoció precisamente dada su calidad de técnico óptico. Tuvieron dos hijos que actualmente tienen 7 y 2 años y medio.