Una dieta rica en aceite de oliva, nueces o paltas aumenta la esperanza de vida de organismos como los gusanos
Comer poco para vivir más parece que ya no es el único método, de acuerdo a un estudio con gusanos -aún no probado en humanos -, donde el consumo de ácidos grasos monoinsaturados prolongó la vida de los organismos, de acuerdo a una publicación en la prestigiosa revista Nature.
Investigadores de la Universidad de Stanford dieron cuenta que bastó alimentar a los animales con ácidos grasos monoinsaturados, como los que contienen el aceite de oliva, las nueces y las paltas, para que estos acumularan grasa y tuvieran un aumento en su esperanza de vida. Debido a que muchas especies comparten patrones similares de metabolismo de la grasa, es posible que los hallazgos pudieran extenderse a otro seres, incluidos los humanos, señalaron los investigadores.
"Desde hace tiempo sabemos que los cambios metabólicos pueden afectar la esperanza de vida, pero esperábamos que los animales longevos en nuestro estudio serían los más delgados y no los más gordos", explicó la profesora de genética de la casa de estudios estadounidense, Anne Brunet.
El estudio
La investigación analizó cómo los complejos de proteínas epigenéticas -de interacción con el entorno -, que suman o eliminan etiquetas químicas en el ADN, podrían interactuar con los cambios metabólicos de los gusanos C Elegans -famosos en laboratorio por su corto tiempo de existencia y la similitud genética con el ser humano-, con el fin de afectar su vida útil.
Los investigadores se centraron en un complejo de proteínas llamado COMPASS, que añade etiquetas químicas a un componente de envasado del ADN. La presencia o ausencia de esta etiqueta afecta si el ADN continúa enrollándose herméticamente como el hilo en un carrete, o se despliega para permitir que sus genes se expresen.
Los académicos habían demostrado antes que los gusanos que carecían de la actividad de COMPASS vivían un 30% más que sus compañeros, y ahora descubrieron que también acumulaban grasas en su tripa.
Una análisis más detallado demostró que la grasa era principalmente del tipo de ácidos grasos monoinsaturados, frecuente en el aceite de oliva, las nueces y las paltas.
milímetro de longitud miden los gusanos C. Elegans, utilizados en la investigación de la U. de Stanford. 1
años A.C se inició la producción de aceite de oliva, en las riberas de los ríos Nilo, Tigris y Éufrates. 4.000