En 2013, el entonces director ejecutivo de Exxon Mobil, Rex Tillerson, fue condecorado por el Presidente ruso, Vladimir Putin, con la "orden de la Amistad". Cuatro años después, Tillerson retornó ayer al Kremlin, pero esta vez como secretario de Estado de EE.UU., justo en momentos en que las tensiones entre ambos países se han incrementado a raíz del bombardeo de Washington sobre una base aérea siria, en represalia al supuesto ataque químico de la semana pasada.
Medios estadounidenses percibieron el recibimiento a Tillerson en Moscú como un tanto "frío" y recogieron el hecho de que el encuentro con Putin se mantuvo en duda durante varias horas desde el arribo del diplomático a Rusia.
El encuentro finalmente se concretó, se prolongó por dos horas y significó la primera cita de Putin con un alto personero de la Casa Blanca. En él abordaron el supuesto ataque químico en Siria -del que Washington culpa al régimen de Bashar al Assad-, la tensión con Corea del Norte y el conflicto en Ucrania.
Desacuerdos
Sobre el bombardeo con, presuntamente, gas sarín no hubo consenso, y tampoco sobre la supuesta injerencia del Kremlin en las pasadas elecciones presidenciales de EE.UU.
Así, la esperada cita constató las enormes diferencias que enfrentan a Moscú y Washington, sobre todo en Siria, aunque dejó una puerta abierta a superarlas.
La cita estuvo precedida por unas fuertes declaraciones del Presidente estadounidense, Donald Trump, sobre Al Assad, a quien llegó a calificar de "animal", y la divulgación de informes de inteligencia que demostrarían, según la Casa Blanca, que Moscú "encubrió" el que alega fue un ataque químico en la provincia siria de Idleb, que causó 87 muertos.
En la víspera, además, Tillerson anunció que urgiría al Gobierno ruso a elegir entre seguir apoyando a Al Assad o construir una alianza con Occidente. Ayer, Lavrov aseguró que sería "absurdo" quitar respaldo al Presidente sirio, pues sería renunciar a la lucha contra el Estado Islámico.
Además, el jefe diplomático ruso urgió a la Administración de Donald Trump a evitar repetir acciones similares como el lanzamiento la semana pasada de medio centenar de misiles Tomahawk en territorio sirio.
De todas formas, Lavrov apoyó la idea de investigar el ataque químico, mientras Putin manifestó su disposición a reanudar la cooperación militar con EE.UU. en Siria, pero bajo ciertas condiciones.
Es más, tanto Tillerson como Lavrov abogaron por esforzarse en superar los problemas. "Tenemos que poner fin a la permanente degradación de nuestras relaciones. Tenemos que restablecer la confianza entre nuestros países para resolver todos los asuntos pendientes", dijo Tillerson en una conferencia de prensa que ofreció con su par ruso.
Reconoció que las relaciones entre Rusia y EE.UU. están a un nivel "muy bajo" y que "eso no es posible entre las dos mayores potencias nucleares".
"No nos pongan en la falsa disyuntiva de estar con ustedes o contra ustedes", había advertido, por su parte, Lavrov, al comenzar por la mañana las negociaciones.
Buena disposición
Ya en la rueda de prensa, el canciller ruso manifestó la disposición de Moscú a superar los problemas existentes en las relaciones con Washington, muchos de ellos, indicó, "dejados por la anterior administración de Barack Obama en forma de bombas de efecto retardado", una acusación que repiten los representantes del Kremlin cada vez que pueden.
"Pero somos realistas. Para superar las barreras se necesitan esfuerzos. Hoy (ayer), el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, subrayó que estamos centrados en eso", señaló Lavrov.
horas duró la reunión entre Rex Tillerson y el Presidente ruso, Vladimir Putin, en Moscú. 2