Apenas Juan López y José Santos Ossa advirtieron las riquezas presentes en la zona, comenzó el incesante crecimiento económico del puerto, que en ese entonces ni siquiera tenía nombre. Sin embargo había mucho por hacer. Así, en 1869 aparece el primer plano para el desarrollo de las calles, que hasta entonces surgían desorganizadas. Después, en mayo de 1871, Antofagasta fue designada por el gobierno boliviano como puerto mayor. Lo anterior en desmedro de Cobija, que había perdido su potencial debido a una serie de devastadores terremotos y tsunamis.

Tal vez el gran bastión de la influencia boliviana sea la Primera Compañía de Bomberos, "Bomba Antofagasta", fundada el 4 de abril de 1875, dos días después de que un dantesco incendio hiciera caer en cuenta a los habitantes de la joven ciudad que no sería tan mala idea tener un equipo preparado para atender estas emergencias. Si bien la mayoría de sus voluntarios eran trabajadores europeos, siendo su primer comandante, un Luis Lichenstein, la compañía logró el auspicio de autoridades bolivianas. Actualmente el viejo edificio que ampara a la institución guarda en su Salón del Honor una réplica del primer estandarte de la compañía, la cual tiene los colores de la bandera boliviana. Se presume que la original se encuentra en La Paz.

La Plaza Colón se llama así desde la era boliviana (su primera aparición como tal figura en un plano de 1869), pero eso pudo ser diferente, de hecho, después de la toma de Antofagasta, se dispuso que la plaza principal de la flamante ciudad chilena debía llevar el nombre de uno de los artífices del desembarco. "Emilio Sotomayor" fue el nombre con que se rebautizó el espacio en 1880, sin embargo, la gente ignoró el decreto y siguió llamándola como de costumbre. Nada que hacer, las autoridades volvieron a emplear su nombre original (Plaza Colón) en 1892. Al margen de este hecho, las actuales calles Washington, San Martín, Sucre y Bolívar llevan estos nombres desde la época que Antofagasta era boliviana. Hay que precisar que las dos últimas corresponden a los apellidos de los libertadores de Bolivia.

Con el propósito de orientar y ayudar en el proceso de búsqueda, la ONG "Nos Buscamos" realizará una jornada de encuentro en Antofagasta el 22 de abril, a la que están invitados tanto hijos entregados en adopción irregularmente como padres biológicos. La inscripción se puede realizar a través del correo contacto@nosbuscamos.org

En Antofagasta se desarrollará la cuarta reunión del año (las tres primeras se efectuaron en Santiago, Valparaíso y Concepción) y, según lo informado por Nos Buscamos, se eligió a la ciudad porque existe una gran cantidad de casos de adopciones irregulares en la zona norte y, además, se está tratando de descentralizar la labor de la fundación.

Constanza del Río, fundadora de Nos Buscamos, explicó que hasta la fecha hay 3 mil personas registradas en la ONG. Muchos de los casos de adopciones irregulares ocurrieron en las décadas del '70 y '80, y funcionarios públicos, sacerdotes y médicos habrían sido cómplices.

"Queremos que todos quienes necesitan ayuda para emprender esta búsqueda nos envíen un correo. A través de esta vía les entregaremos información sobre el lugar donde se realizará la jornada", explicó Del Río.

El lugar del encuentro ya está definido, pero no se informará públicamente por motivos de confidencialidad. Sólo podrán ingresar al evento las personas que previamente hicieron el proceso de inscripción por email.

Examen

En la jornada de Antofagasta se entregarán gratuitamente algunos kit de ADN. Del Río explica que este sistema ha sido el más eficiente en la búsqueda de padres e hijos, ya que la información queda almacenada en un banco de ADN que permite cruzar datos.

"Tal vez no te va a cruzar los datos con tu padre, pero sí puede ocurrir que encuentres a otro pariente, como por ejemplo un primo. Esto ya nos ha pasado en algunos casos y ha permitido que la persona encuentre a su familia biológica", argumentó.

Este proyecto es financiado por el Gobierno de Chile a través del Fondo de Fortalecimiento de las Organizaciones de Interés Público.

de abril se realizará el encuentro, para el cual previamente hay que inscribirse por correo electrónico. 22

Cristian Castro Orozco

Clásica y bastante conocida es la historia que cada 14 de febrero es desempolvada por la comunidad al recordar el desembarco de las tropas chilenas en la ciudad, sellando la incorporación del entonces puerto boliviano al territorio nacional.

A pesar de los 138 años que han pasado desde aquel hito, el pasado boliviano de Antofagasta sigue manifestándose, y no sólo a través de efemérides de combates y en textos de historia, sino que en lugares y espacios que forman parte de la cotidianidad del ciudadano.

Basta recordar que la presencia de ciudadanos del país altiplánico en la zona supera, por lejos, la de cualquier otra nacionalidad, incluso más que los vecinos del norte (peruanos) y los colombianos, que han arribado masivamente los últimos cinco años.

Según datos del Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior, entre 2005 y 1015 los mayores solicitantes de visas en la región fueron ciudadanos bolivianos. De un total de 40.642 permisos otorgados, los bolivianos obtuvieron el 43,8%.

Pero más allá de las cifras, algunos detalles de la historia de Antofagasta hallan su razón y origen en la época que la ciudad pertenecía al vecino país, partiendo por el mismo nombre de la capital regional, que se mantiene desde esa época.

Raíces

Aún existe un debate entre los historiadores locales sobre la verdadera fecha del aniversario de la ciudad, ya que las tres fechas tentativas apuntan a diferentes hitos: el inicio del poblamiento (1866), la consolidación del primer municipio (1872), y el célebre desembarco (1879). Todos hechos ocurridos al alero de un gobierno boliviano.

No obstante, a pesar de los variados nombres que tuvo la comuna en su inicio (La Chimba y Peña Blanca, entre otros), finalmente se optó por replicar el de una ciudad que, en ese entonces, tenía vital importancia para Bolivia.

"Antofagasta de la Sierra" es un poblado ubicado en la provincia trasandina de Catamarca, la cual hasta 1890 fue pretendida por la nación altiplánica, siendo famosa en aquel entonces debido a las festividades religiosas que allí se celebraban algunas culturas originarias y que contaban con gran asistencia del pueblo boliviano.

Expertos

La conformación del municipio y los primeros diseños de las calles, que a la postre, serían los pilares del futuro ordenamiento urbano de la ciudad, provienen de la época de la Antofagasta boliviana, lo mismo que algunos bancos, escuelas y hasta plazas.

Para el investigador y académico de la Universidad Católica del Norte (UCN), Isidro Morales Castillo, si bien este país veló por los intereses de la ciudad en sus primeros años de vida, no tuvo mayor compromiso con ella, y es ahí donde comienzan a generarse las condiciones para su pérdida.

"La influencia boliviana fue mínima. Recordemos que Antofagasta fue poblada por Chilenos, y años después Bolivia fundó oficialmente Antofagasta. Los inversionistas eran ingleses y chilenos, los comerciantes en su mayoría eran extranjeros. Curiosamente tampoco hubo alcaldes bolivianos", dijo el académico.

Esto, ya que en los seis periodos municipales que llegó a tener la ciudad durante el protectorado de Bolivia, los ediles Matías Rojas, Luis Puelma (dos periodos), Francisco Bascuñán (dos periodos también) y Hernán Puelma fueron chilenos.

Morales sí destacó que muchos de los avances de la ciudad se originaron en ese tiempo y tuvieron cierto fomento del gobierno altiplánico.

Se trata de la época en que comenzaron a llegar los inversionistas extranjeros que conformaron las primeras compañías mineras de la región.

Municipio

Para el historiador y exalcalde de Antofagasta, Floreal Recabarren, el periodo boliviano de la ciudad tuvo vital importancia en muchos aspectos.

"Bolivia estampó la primera municipalidad de la ciudad en el año 1872, esa herencia fue muy importante. Además se establecieron los primeros bancos y escuelas", contó.

El nombre de las calles principales y su configuración también data de esa época y perdura hasta nuestros días.

138 años lleva Antofagasta incorporada al territorio nacional. El aún continúa siendo polémico en Bolivia, donde incluso mencionan a la ciudad en sus himnos patrios.

1869 se define la primera conformación urbana de la naciente ciudad. Esto con el fin de delimitar los terrenos que ocuparía la compañía Melburne Clark y organizar su crecimiento.

Seis periodos municipales tuvo Antofagasta (de 1872 a 1879) bajo el alero del gobierno boliviano, no obstante todos los alcaldes que dirigieron en aquel entonces fueron chilenos.