comentarista deportivo

Ayer se terminaron de conocer los cuatro equipos que jugarán las semifinales de la próxima Champions League. Definitivamente tres de ellos lo merecen de manera justa, la Juventus marcó la diferencia en Turín, y en el Nou Camp aplicó en famoso "Catenaccio" para eliminar al Barcelona, que no encontró la llave para superar el muro italiano. Los de Allegri fueron superiores en los 180 minutos y apuntan a ganar la "orejona", siendo uno de los principales favoritos.

El otro gran favorito es el Atlético. Con Simeone ya suman varias temporadas llegando a instancias finales, incluso jugando dos de ellas, pero la mano oscura impidió ser campeones en Lisboa. Ahora tienen un plantel más experimentado y lo demostraron despachando al sorprendente Leicester City. Serán capaces de ser los reyes de Europa este año, por juego seguro que sí, pero hay ocasiones que el destino y los árbitros han jugado en su contra.

La gran revelación es el Mónaco del colombiano Radamel Falcao, una escuadra que hace un par de temporadas estaba en la Liga 2, que se rearmó, volvió a Primera, y hoy está entre los mejores del Viejo Continente. Ante el Dortmund fue una máquina venciendo en Alemania y en el principado. Quizás será el más deseado en el sorteo de mañana, pero tiene un plantel muy ordenado y con ganas de seguir matando gigantes.

Para el final dejé el duelo entre Real Madrid y Bayern. Si el fútbol tiene algo que duele a los amantes de este deporte, independiente de los colores y nacionalidades, es la injusticia y ver cómo te meten la mano en los bolsillos. Inclusive a un superpoderoso como el Bayern, que en el nido de Florentino, donde manda el dinero, un juez húngaro, que espero sea sancionado por la UEFA, se encargó de impedir a los alemanes estar en semifinales.

Llegaron con un 1-2 en contra, pero con un planteamiento inteligente tuvieron en las cuerdas al Madrid. Pero, no sé porque motivo, validó dos tantos del Real en fuera de juego, y no expulsó a Casimiro por una segunda falta. Una injusticia que el mundo reprobó… ojalá no se repitan y no manchen la pelota nuevamente.

Cristian

Puebla