Valeria Barahona / Efe
El dueño del restorán español El Celler de Can Roca, Josep Roca, reconocido como el mejor lugar para comer a nivel mundial en 2013 y 2015, afirmó que a la cocina chilena "sólo le falta creérselo" para obtener el reconocimiento de todo el globo.
"La gastronomía de Chile tiene ya esa calidad, esa diferenciación entre distintas propuestas, y posee recursos únicos. Es cuestión de tiempo y de que el chileno crea en esa comida, la disfrute, la viva y la comprenda", sostuvo Roca en una entrevista con la agencia de noticias EFE.
El sommelier insistió en que la mesa nacional va mucho más allá de los vinos, al presentar su libro "Homenaje a Chile: El Celler de Can Roca", que recoge los mejores momentos del viaje que los hermanos dueños del local español realizaron por el país durante el verano pasado.
"Uno de los retos importantes que tiene Chile es poder conectar el talento y sus productos con el público. Cuando la sociedad vea que no sólo los vinos son motivo de orgullo y pertenencia, sino también la cocina, los productos y los cocineros, probablemente tendrán el reconocimiento de todo el mundo", observó.
"paisajes humanos"
Para Roca, quien es reconocido como experto de cava, Chile es un lugar especial por la calidad y variedad de sus caldos.
"Sus productos tienen hoy una oportunidad maravillosa para mostrar distintos paisajes humanos, pero también poseen retos añadidos que tienen que ver con un paisaje de viñedo único en el mundo donde todavía hay mucho suelo por reconocer", dijo.
La bodega de El Celler de Can Roca posee más de 40 mil botellas, según EFE, por lo que Roca considera que si Chile explora sus límites, aún tiene margen para seguir creciendo en el sector vinícola.
"Existen cosas muy interesantes de norte a sur, pero especialmente en la altura, buscando esa cordillera andina. Hay un futuro esperanzador, ilusionante y que va a hacer que mucha gente del mundo del vino mire hacia Chile", resaltó.
Singular
Esta explosión de la gastronomía local viene de la mano de la calidad de los alimentos y de la diversidad geográfica al contar con más de cinco mil kilómetros de costa, valles, desiertos y la constante presencia de Los Andes.
"La autenticidad de esta cocina proviene de la singularidad de sus productos, de un mar frío con movimientos de corrientes calientes que crean un abanico de recursos. Tienen la posibilidad de ahondar en los extremos como ningún otro país puede hacer", explicó.
Sentimiento
Para elaborar un plato único, Roca eligió cochayuyo, ostra de borde negro (oriundas de Chiloé), erizo, choclo y "la potencia descomunal del sabor a yodo" del piure, que son sus alimentos chilenos favoritos.
"Haría algo proveniente de la cocina ancestral, me quedaría con una armonía costumbrista que hablaría de apego, de sentimiento, de emotividad. Sería posiblemente un pulmay con curanto, acompañado de un vino de uva País -cepa autóctona-, de Renán Cancino (enólogo de la Región del Maule que posee viñas con más de un siglo de historia)", comentó Roca.
El sommelier señaló a la historia como la diferencia entre la gastronomía de Latinoamérica y el Viejo Continente: "En Europa tenemos bibliografía que explica que varias civilizaciones han pasado por allí y el mestizaje importante que han dejado. Hay mas de veinte siglos de literatura escrita de gastronomía. Esa es la gran diferencia, sólo un poso de historia que se conoció y que probablemente no sea tan distinto ni más interesante que esa cultura antigua de los pueblos originales".
Libros nacionales para disfrutar la cocina chilena
"Epopeya de las bebidas
y comidas de Chile", del poeta Pablo de Rokha, exalta el mundo de los campesinos, los mineros, los pescadores y de la vida rural en general.
"Odas elementales"
Es una de las obras cumbres de Pablo Neruda, quien ensalsa el caldillo de congrio, el vino, el mar y Valparaíso, ciudad donde acostumbraba a comer.
"Hecho en Chile"
El chef nacional Juan Pablo Mellado lleva años de trabajo en Pebre, un colectivo para el rescate de la cocina chilena, desde donde escribió "Hecho en Chile".
"Anhelo de felicidad"
El sommellier español auguró un buen futuro para la gastronomía chilena, pero pidió a los cocineros "tener la responsabilidad de recuperar un legado importante del patrimonio culinario y utilizar la cocina de forma sostenible", debido a que la gastronomía es "un foco de anhelo de la felicidad" que la sociedad quiere vivir. "En la gastronomía hay valores importantes de generosidad y hospitalidad sin los cuales este oficio no tendría sentido", concluyó.