¿Qué es lo que más preocupa a los padres de una persona con discapacidad cuando envejecen? Sin duda, les preocupa qué va a ser de sus hijas o hijos cuando mueran y tengan que dejarlos solos o en una condición más vulnerable (por ejemplo, con parientes que no tienen el tiempo o los recursos para cuidarlos).
Frente a esta inquietud, hoy debemos alegrarnos con una muy buena noticia. El Congreso acaba de aprobar una ley que crea un sistema de inclusión laboral que establece cuotas de contratación obligatorias para personas con discapacidad, tanto en el sector público como en el privado.
Para toda persona -pero especialmente para aquellas con alguna discapacidad-, tener empleo es fundamental y es la principal fuente de ingresos para desarrollar un proyecto de vida. Pero también en el trabajo hacemos amigos y se reconocen nuestros talentos. Incluso, muchos definen su identidad por su ocupación: soy profesora, soy obrero, soy vendedor, etc.
Es por esto que el proyecto aprobado es tan importante. Todas las empresas con 100 o más trabajadores tendrán la obligación de tener al menos el 1% de su dotación compuesta por personas con discapacidad, lo que será debidamente fiscalizado. El impacto previsto es considerable, pues se calcula que más de 7 mil empresas pasarán a regirse por esta norma, que considera también la derogación del decreto que permitía pactar una remuneración inferior al salario mínimo para los trabajadores con discapacidad mental y establece un tope de edad a los contratos de aprendizaje de las personas con discapacidad.
En suma, esta ley, una vez que sea promulgada por la Presidenta, abrirá un camino de ampliación de oportunidades laborales que permitirá que el país avance en una cultura inclusiva donde las personas, sin excepción y sin discriminaciones, podrán desarrollar su creatividad y sus habilidades productivas, en un marco de respeto que valora la diversidad.
Como gobierno tenemos la convicción de que un buen sistema de protección social es aquel que proporciona apoyos del Estado para nivelar las desventajas sociales, pero también -y especialmente- es aquel que habilita para conseguir autonomía. En esa perspectiva, a lo que apunta esta ley es a potenciar y poner en valor la dignidad de las personas.
"Para toda persona -especialmente para aquellas con alguna discapacidad-, tener empleo es fundamental y es la principal fuente de ingresos para desarrollar un proyecto de vida. Pero también en el trabajo hacemos amigos y se reconocen nuestros talentos. Incluso, muchos definen su identidad por su ocupación"."
Marcos Barraza Gómez