Preocupación oportuna
periodista
deportivo
Próximo a cumplir ocho décadas de incesante actividad, el Estadio Nacional "Julio Martínez Pradanos" aguarda modificaciones sustanciales en su estructura.
Lo ha anunciado en reciente visita el ministro de Deportes Pablo Squella en la perspectiva de tener en casa los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos 2023. Aunque Chile es aspirante único a la sede, en octubre deben presentarse proyectos concretos de la infraestructura que deberá ofrecerse para asegurarla. Y, obviamente, el escenario principal por recibir al deporte clásico -el atletismo- y a las ceremonias de inauguración y de clausura, requiere disponer de condiciones que respondan a las exigencias competitivas actuales, a las necesidades de los medios de comunicación y a la seguridad y comodidad de los espectadores.
Una tarea que conlleva cifras generosas de presupuesto, más allá de la austeridad invocada que prevalecerá en el presupuesto oficial de la magna justa.
Desde 1938 a la fecha las modificaciones en el recinto de Ñuñoa se han ido sumando. Las principales para la inolvidable Copa del Mundo de 1962, pero después se han agregado otras, no siempre bien recibidas por los aficionados si bien corresponden a las disposiciones vigentes para los espectáculos masivos. Habrá que aguardar los nuevos proyectos y sus ejecuciones.
En todo caso, la temprana y oportuna preocupación recogida sobre este tema es un índice de que, al parecer, no se caerá en la improvisación de siempre.
Comencé estas líneas precisando el nombre legal completo del principal campo deportivo del país. Y la verdad es que pocos lo utilizan. Como ha acontecido en situaciones parecidas, es difícil alterar nominaciones tradicionales. Y así sucede con el agregado hecho en recuerdo de nuestro amigo y compañero de trabajo por más de 20 años. Ni su reconocida popularidad ha impedido que. Como muchos temimos, ese urgente acuerdo solo fuera una muestra de oportunismo. Una lástima.
Humberto Ahumada