Constanza Caldera Pfeiffer

La decisión del Partido Socialista (PS) de no realizar una consulta ciudadana para elegir a su candidato presidencial, y decidirlo mediante votación del Comité Central, no sólo provocó la bajada de la candidatura del exagente chileno en La Haya, José Miguel Insulza, sino que también del abogado Fernando Atria.

El académico estuvo en la ciudad para participar en un seminario organizado por la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de Antofagasta.

En su visita, Atria se refirió al actual escenario político que vive el país, la opción de la Democracia Cristiana de ir a primera vuelta y la irrupción del Frente Amplio.

No realizar la consulta ciudadana provocó la bajada de su candidatura presidencial...

-La decisión de haberse negado a la consulta ciudadana, que ya se había decidido en dos Comités Centrales anteriores por parte del Partido Socialista, fue una pésima decisión que iba a tener malas consecuencias y creo que eso se ha ido corroborando. Ahora la Nueva Mayoría no va a tener elecciones primarias y eso también es negativo desde el punto de vista de la propia candidatura del senador Alejandro Guillier.

¿Se están viendo otras consecuencias?

-Los errores tienen consecuencias. Independientemente de eso el Partido Socialista tiene una candidato. Nosotros teníamos una idea de que el Partido Socialista necesitaba volver a ser la casa de la izquierda, que la Nueva Mayoría debía encarnar un proyecto de transformación antineoliberal porque el país necesita eso y creo que está demandando una transformación de ese tipo.

Nosotros esperamos que la candidatura del senador Guillier tome claramente ese contenido.

Uno de los aspectos que critican al senador Guillier es la falta de propuestas de gobierno.

-A mí lo que me preocupa más bien es que la manera en que se ha ido decantando ese contenido, ya que no muestra mayor disposición a asumir claramente un proyecto de una transformación antineoliberal.

Dentro de las entrevistas que he leído de quien ha sido recientemente designado como su coordinador en temas programáticos niegan toda continuidad con el gobierno de la Nueva Mayoría. No menciona la conformación de una nueva Constitución ni la idea de derechos sociales.

¿Cómo ve el escenario ahora que no van a haber elecciones primarias?

-Precisamente el hecho de que la Democracia Cristiana vaya con su propio candidato a la primera vuelta, debería tener como consecuencia que el candidato del Partido Socialista, PPD y el Partido Radical pueda elaborar una propuesta programática que sea de la izquierda chilena, que sea una de transformación antineoliberal. Y luego veremos qué es lo que ocurre en la segunda vuelta, y esperaría que así ocurriera.

Lo que me impresiona es que está ocurriendo una cosa distinta a ésa, pero espero equivocarme.

'escenario'

¿Cómo ve el posicionamiento del Frente Amplio? Algunos plantean que su irrupción ha sido una piedra de tope en la carrera del senador Alejandro Guillier...

-Creo que ahí hay algo importante, porque parte de lo que explicaba el apoyo en las encuestas que tenía el senador Guillier era que él representaba una visión crítica frente a la clase política, por eso de la idea de que él no era político.

Ahora eso está un poco en contradicción con el hecho de ser candidato de la Nueva Mayoría, y esa idea de la crítica a la clase política que representa a la cultura binominal la puede tomar de un modo mucho más evidente el eventual candidato presidencial del Frente Amplio.

¿Cree que hay una inconsecuencia?

-No le llamaría inconsencuencia. Le llamaría que surge en la discusión del Frente Amplio que además va a tener elección primaria y franja electoral, donde surge una candidatura que se caracteriza explícitamente por eso que beneficiaba al senador Guillier y eso claro que limita las posibilidades que tiene de crecer y es lo que hemos estado viendo.

¿Cuál es la diferencia del Frente Amplio con la Nueva Mayoría?

-Creo que en definitiva en términos de lo que nosotros creemos que debería ser el proyecto político de la Nueva Mayoría que era, recordemos que así se fundó con la idea de que Chile necesitaba una transformación antineoliberal y que para eso se necesitaba la Nueva Mayoría.

Esto llevó a la ampliación de la Concertación y la conformación de una Nueva Mayoría social que se iba a fundar en los movimientos sociales. Con ese diagnóstico estoy completamente de acuerdo y creo que sigue siendo importante. De hecho es más importante hoy de lo que era hace cuatro años.

Creo que si la Nueva Mayoría pudiera articular un proyecto político que descansara en ese diagnóstico y enfatizara en la necesidad de construir una nueva política social que le de soporte a un programa de transformación antineoliberal, las diferencias con las ideas que van a surgir con el Frente Amplio serían menores.

¿Son esas ideas la que faltan en la Nueva Mayoría?

-Ese es un problema de la política binominal, la cultura política de la transición es una cultura política que se jacta de estar divorciada de la sociedad, a la cual se le llama despectivamente la calle. Entonces una de las cosas que los miembros de la clase política dicen con orgullo es que la política seria es una que no escucha, ni está sujeta al vaivén de la calle.

En España ocurrió un fenómeno similar...

-Lo que ha ocurrido en otros países como España es que este proceso ha terminado en una división de la izquierda: una nueva y una vieja. La vieja del PSOE, que es el equivalente podríamos decir al Partido Socialista y la nueva que sería el "Podemos". En España eso ha llevado a una situación en el cual cada una de estas dos izquierdas entienden que su vigencia política depende de la derrota de la otra, y eso creo que lleva a una situación que desde el punto de vista de la izquierda es la peor de todas porque significa división del lado de la izquierda y beneficio para la derecha.

Status quo

¿Se ven complejas las expectativas para la Nueva Mayoría en las presidenciales?

-Se ve complejo para la Nueva Mayoría, para la derecha. Si uno suma por un lado todo los de derecha y por otro lado los que no lo son, claro que la tienen muy difícil. En general, la situación política está bien poco clara. Dejó de ser imprevista a que pasaran cosas imprevistas.

Pareciera haber más cohesión en la centroderecha...

-La derecha se beneficia del hecho de que el proyecto de la derecha es el de la defensa del status quo y eso hace siempre que sea más fácil. Y claro ahora que el status quo estuvo por lo menos en el nivel del discurso impugnado, porque creo que el programa de la Nueva Mayoría impugnaba al status quo como no lo había hecho ningún programa anterior. Eso produjo unificación en la derecha y por eso hoy se ve menos afectada.

"El Partido Socialista necesita volver a ser la casa de la izquierda y que la Nueva Mayoría encarne un proyecto de transformación antineoliberal. El país lo necesita"."