Es difícil intentar una explicación respecto a las inversiones que tiene el Partido Socialista en distintos instrumentos y empresas privadas. Una cuestión que ha sido criticada por la incongruencia que ese acto tendría, aunque todo indique que no existe ilegalidad alguna.
El PS recibió del Estado una compensación por las expropiaciones sufridas durante el régimen militar. Parte de esos recursos fueron invertidos entonces en acciones y bonos en empresas como Soquimich, Pampa Calichera, Autopista del Sol, Vespucio Norte, además de sanitarias y eléctricas.
Para muchos, hay un enorme problema de conciencia al lucrar en estas compañías, varias de las cuales, sino todas, son también reguladas por el Estado, gobierno y parlamentarios en específico.
Más sutil es la crítica sobre empresas específicas, como SQM, la cual ha sido investigada por casos de financiamiento ilegal a la política, decisiones, que según Álvaro Elizalde, presidente del PS, toma el "administrador financiero externo" y no el conglomerado.
Al año 2009, el patrimonio llegaba hasta 13 mil 794 millones de pesos, vale decir, se han tomado "buenas decisiones financieras".
Pero el asunto se hace más complejo después de saber que la tienda dejó de pagar unos $1.400 millones en impuestos, por concepto de ganancias recibidas. Todo esto genera un momento oscuro, donde además puede cuestionarse la decisión y el comportamiento y dichos públicos que ha tenido la tienda respecto a otros en situaciones similares. Eso no es baladí.
La genuina presunción -otra vez- de la influencia de los negocios en la política no es simple y debe ser aclarada; lo mismo que el hacer lo éticamente correcto. No se trata de impedir las inversiones, pero sí tener claridad respecto de dónde están. La transparencia y el equilibrio en los dichos es más necesaria que nunca, tampoco pretender que esas decisiones constituyen delitos en sí misma.
El país enfrenta demandas en tal sentido y es sano que estas fricciones nos sirvan para mejorar y corregir, en ningún caso para destruir las instituciones e incrementar las desconfianzas.