Dániza Urrutia Sepúlveda
Dyana Laffite tiene una segunda oportunidad de vida, después que el 9 de octubre del año pasado, fuera víctima de un inesperado ataque. Desconocidos llegaron hasta su casa, en Mejillones, y le lanzaron líquido para después prenderle fuego.
A consecuencia de ese inexplicable ataque, la joven sufrió gravísimas quemaduras que la tuvieron en riesgo vital, internado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Regional de Antofagasta.
Una vez que pudo ser estabilizada, debió ser trasladada hasta la Posta Central en Santiago, a fin de recibir un tratamiento especializado. Pese a su crítica condición, Dyana se aferraba a la vida. Guardaba un maravilloso secreto.
Al momento del ataque y con escasas semanas de embarazo, en su vientre crecía la vida. Había temor por la condición de su hijo, pero todos los temores se disiparon con la llegada del pequeño, que nació en perfectas condiciones.
Jenny Martínez, madre de la joven mejillonina, que la ha acompañado durante el difícil proceso de recuperación y rehabilitación, quiso compartir la esperanzadora noticia acerca del nacimiento de su nieto.
"Había pocas posibilidades después del ataque, pero milagrosamente nació bien, sanito. Lo otro que nos alegra es que mi hija no perdió las córneas y puede ver, aunque debe seguir un largo tratamiento y cirugías después de ser quemada sin motivo alguno", explicó.
Embarazo
Sostuvo que el saber que estaba embarazada hizo que Dyana luchara, sin embargo, tras el violento ataque, su vida sufrió un drástico giro.
"Ahora ella vive escondida por temor, porque quienes la atacaron siguen libres. Acá hubo una equivocación, mi hija asegura que las personas que llegaron a la casa, preguntaron por una mujer, dieron el nombre, mi hija les respondió que no era ella, pero no escucharon, y la atacaron prendiéndole fuego. Transcurridos más de siete meses de los hechos, los culpables aún no son identificados", aseguró.
Dijo que como familia han sufrido una traumática experiencia, y todo porque los atacantes se confundieron de casa. "Ella ya no puede volver porque de víctima se transformó en testigo. Tiene temor de ser nuevamente atacada porque ella vio a sus agresores", acotó preocupada.
A cargo de la investigación del caso está la Brigada de Homicidios de la PDI, que hizo empadronamientos en el sector y recopiló información.