Animales ayudan a personas para superar el miedo a volar
AEROPUERTOS. Perros e inclusive ponis relajan a los viajeros que presentan ansiedad o tristeza antes de abordar un avión en cerca de 50 terminales.
Los viajeros ansiosos o con miedo a volar son ayudados a tranquilizarse por perros, ponis y hasta cerdos, en cerca de 50 aeropuertos en Estados Unidos, como el de Los Ángeles, donde este servicio está a cargo del "mejor amigo del hombre".
"El objetivo de tener a los animales de terapia aquí en el aeropuerto es desestresar a los pasajeros", dijo la asistente de la oficina de Pets Unstressing Passengers (PUP), Jessica Ramírez, a la agencia de noticias Efe. Su oficina cuenta con 65 perros de distintas razas entrenados para otorgar este servicio.
Ramírez contó que cuando los viajeros "ven a los perros se relajan y ya no están tan molestos, tan enojados. Los niños se entretienen y (los adultos) tienen un tiempo para descansar".
Miedo a atentados
El aeropuerto de San José, también en California, fue el primero en llevar a sus instalaciones mascotas entrenadas para el acompañamiento en hospitales y casas de ancianos, después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, cuando la gente tenía miedo de que su avión pudiera ser secuestrado por terroristas.
En la actualidad existen programas de terapia con mascotas en 50 terminales aéreas en Estados Unidos, explicó Ramírez.
En el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, el segundo con más pasajeros del país, los perros terapéuticos se están usando más que nunca, porque el estrés subió a causa de una remodelación, proceso que llevó a los empleados a trabajar horas extras, además de orientar a una gran cantidad de pasajeros que de pronto no encontraba la oficina de sus aerolínea.
Conexión
La directora de PUP, Heidi Huebner, relató que los perros contribuyen al bienestar de personas que "muchas veces viajar puede producirles ansiedad", junto con que a veces hay "razones tristes" para tomar un vuelo, como la muerte de algún ser querido, o "simplemente pueden tener miedo a volar".
"Hay una conexión natural entre la gente y los animales. Así que simplemente tiene sentido traerlos a los aeropuertos", indicó.
En el californiano Aeropuerto Internacional de San Francisco (SFO) el grupo de mascotas de terapia se llama The Wag Brigade y lo operan voluntarios coordinados por la Sociedad para la Prevención de Crueldad contra los Animales (SPCA).
"Queremos que la experiencia en nuestros aeropuertos sea disfrutable, por eso quisimos incluir los animales de terapia para que el viaje sea menos estresante", Doug Yakel, vocero de SFO, sobre este programa iniciado en 2013.
Yakel resaltó que "la brigada" es de 30 perros, más "la cerdita Lilou", que causa en los pasajeros una reacción "sorprendente".
Ponis
La granja Seven Oaks de Ohio envió 32 ponis al Aeropuerto Internacional de Cincinnati/Norte de Kentucky (CVG), para interactuar con los viajeros.
"Cuando los pasajeros acarician los caballos la frecuencia cardíaca y presión arterial disminuye, el cerebro produce más serotonina y el estado de ánimo es mejor", describió la presidenta de Seven Oaks Farm Miniature Therapy Horses, Lisa Moad.
"Cuando entramos con los caballos el estado de ánimo de la gente es feliz, amistoso y aparecen las sonrisas", relató.
El programa de ponis funciona como una organización sin fines de lucro y al mes realizan hasta 40 visitas a hogares de ancianos, escuelas y la terminal aérea.
Animales empleados en seguridad y paisajismo
Tráfico aéreo
Falcon Environmental es una empresa que utiliza halcones para alejar a las aves de los aviones durante los momentos críticos de despegue y aterrizaje.
Vegetación
El Aeropuerto de Portland empleó cabras para manejar la vegetación alrededor del terminal, con el objetivo de reducir el uso de pesticidas.
Antidrogas
Las avejas podrían ser usadas para detectar drogas en estos espacios, afirmó Plos One, porque estos insectos se sienten atraídos por el olor de los narcóticos.
El gato Olly de Manchester
Por años, el Aeropuerto de Manchester consideró su mascota a Olly, una gata atigrada con una sola oreja que se quedó a vivir en el lugar, donde los trabajadores le dispusieron una cama y comida. El animal capturaba la atención de los transeúntes, quienes al acariciarla y ser acompañados durante horas se relajaban. El cariño hacia la gata llevó a que un avión fuera bautizado con su nombre. Sin embargo, Olly falleció a principios de 2015, informó la BBC.