Antofagasta y la Alianza del Pacífico
"Podemos unir las ventajas arancelarias, comerciales y de cooperación entre estos dos esquemas integracionistas".
Cuando un organismo internacional ofrece una específica oportunidad de crear empleo -y, mejor aún si es para la juventud- ciertamente debe llamar nuestra atención. Es el caso de la Alianza del Pacífico (AP), formada por Chile, Perú, Colombia y México. Esta es una iniciativa de integración comercial regional, creada el 2011 y cuya constitución se selló en nuestra región, específicamente en el Observatorio Paranal, lo que podría ser todo un símbolo para nosotros. Su objetivo es ser un área de libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas, incluyendo materias de cooperación económica y técnica.
Un ejemplo de esa cooperación son las becas de intercambio estudiantil. Pero ahora, con la interacción con un grupo de empresas transnacionales, en un reciente evento de la Juventud de la AP en Santiago, se anunció un intercambio para formación profesional por la modalidad dual (teórico y con pasantías en empresas), tras lo cual se contrataría a los estudiantes seleccionados por parte de esas mismas empresas. Inicialmente se anunció trabajo para 17.000 jóvenes, en los 4 países miembros de la AP.
Así también nuestros empresarios pueden interactuar con sus pares de esos países. Incluso para la producción de cualquier bien se pueden usar materias primas de otro de los integrantes y, para su exportación a cualquiera de ellos, hay acuerdos para que sus normas de origen los consideren que son totalmente nacionales.
Adicionalmente, Antofagasta pudiera ser un buen campo de prueba para empezar a concretar un mayor intercambio entre la Alianza del Pacífico y el Mercosur, uno de los objetivos de la actual Presidencia Pro Tempore de la AP, que este año es ejercida por Chile. Adicional a nuestra ubicación geográfica y puertos para ese intercambio, cabe destacar que además de pertenecer a la AP también somos parte de Zicosur, la mayoría de cuyos Gobiernos miembros (norte de Argentina, parte de Brasil y Paraguay) pertenecen al Mercosur, además que Bolivia es país observador de ese Mercado Común. Por ello, para unir las ventajas arancelarias, comerciales y de cooperación entre estos dos principales esquemas integracionistas de Latinoamérica, nuestra región puede ser una instancia que nos permitiría más creación de empresas y de empleos.
Herman Cortés
Periodista