En un cuartel del Ejército Nacional de Afganistán, en Mazar-i-Sharif, ciudad ubicada en la región norte del país asiático, un comando afgano abrió fuego e hirió a siete soldados estadounidenses. Si bien en un principio se reportó que cinco de los militares habían fallecido, durante la tarde se confirmó que los siete heridos sobrevivieron y que el único fallecido era el agresor, quien fue abatido en el lugar y murió en camino al hospital.
El 10 de junio, tres soldados estadounidenses fueron asesinados y otro resultó herido en circunstancias similares en el distrito de Achin, en el este del país, por lo que el de ayer fue el segundo ataque de un militar afgano contra una base militar en sólo una semana. Desde Estados Unidos temen que estos ataques se vuelvan regulares e iniciaron una investigación.
En Japón, el destructor estadounidense USS Fitzgerald chocó con un carguero filipino en aguas cercanas a Japón, dejando a siete de sus 330 tripulantes desaparecidos y a uno herido, informó la guardia costera nipona.
La colisión ocurrió a 104 kilómetros al suroeste de la ciudad japonesa de Yokosuka y a unos 20 kilómetros de las costas de la provincia de Shizuoka, a eso de las 2:30 locales.
Los guardacostas japoneses desplegaron cinco embarcaciones y dos aviones en el lugar para las labores de rescate y búsqueda de los desaparecidos, mientras que el marino herido fue trasladado a Japón en helicóptero para ser atendido.