Un rudo alacrán
La poeta antofagastina Marietta Morales publicó el año 2012 su poemario "El Rudo Alacrán de Doble Aliento", donde pone de relieve toda su fuerza femenina volcánica. Parte con una "Declaración de Principios Poéticos" que es la revelación de la posición desde la que escribe: "Amo la poesía en todo su esplendor". La poesía "está presente desde el momento en que nací", señala, por tanto es de origen; no conoce la ausencia de ella, le es connatural. Se presenta como lo que es: "una dama aristocrática", "revolucionaria",es decir, con educación esmerada, elegancia, comportamiento adecuado, pero con cierta sublevación, porque significa una revolución una dama que ha dejado la comodidad de su entorno para, a modo de revolución o sublevación, moverse en otras esferas, en todas las esferas.
Destaca en el poemario Carta a un Leñador que verifica cómo la expresión resulta en artilugio, en herramienta posibilitadora de estructurar un mundo, el deseado, sobre el que cae la realidad como imposibilitadora. El deseo aniquilado por la imposibilidad representada en la mujer del hombre deseado.
Empieza el poema planteando su deseo "Quiero que tu mujer muera/en la hoguera de su propia miseria." La relación inmediata a una creencia judeo-cristiana de morir castigada en el fuego eterno, a causa de los propios pecados, podría despistar del motivo que gira a lo largo del poema: el resentimiento y rencor, "Romperé los cántaros de agua,/con la columna vertebral de tu mujer".
El discurso deambula entre deseos de futuro, lo que indica proyección, e imposibilidad de ella, muerte. "Tú harás realidad mis sueños de tener esas ramas/ verdes de esmeralda,/ bajaré al fondo de la tierra,/ para tener el carbón en el fuego eterno,/ de nuestra casa perdida en el bosque,/ con el cadáver de tu mujer."
El deseo insatisfecho es deseo de muerte, y conduce a este juego manifiesto de a cada acción una reacción de muerte y castigo, "seré la brújula en el camino de los ríos,/ donde los huesos de tu mujer….", "Si la sed te agota/ romperé los cantaros de agua,/ con la columna vertebral de tu mujer.", "me levantaré sobre el cráneo de tu mujer…"
En los versos finales, el cambio en el plano del significante (el símbolo) y del significado de "nuestra casa perdida en el bosque" que, a priori, alude a bienestar y quietud, casi bucólico pastoril, sin embargo, "con el cadáver de tu mujer", el verso final, estamos inevitablemente en una determinación de muerte.
Un deseo manifiesto del cuerpo que da como resultado este YO expresivo y deseante, Una voz poética femenina ineludiblemente desértica y revolucionaria.
Gestora
cultural
Marcela
Mercado,