Participación de Chile en la Ocde
La organización ofrece un foro donde los gobiernos puedan trabajar conjuntamente para compartir experiencias y buscar soluciones a los problemas comunes. Fundada en 1961, la Organización agrupa a 35 países miembros y su misión es promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo.
En enero de 2010, Chile firmó el convenio de adhesión a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), convirtiéndose en el miembro número 31 (hoy son 35) de la Organización y el primero de América del Sur. El logro era relevante: Su aceptación representó un reconocimiento internacional a dos décadas durante las cuales Chile ha reformado su sistema democrático y sus políticas económicas.
Para la Ocde, en concreto, la adhesión de Chile representa un momento histórico en su misión por construir una economía más fuerte, limpia y más justa, según se dijo en ese momento.
En efecto, somos unos pocos países de la región en tal estamento y esto, indudablemente, ya es un hecho positivo en sí mismo; pero mucho más que eso, porque nos permite cotejar dónde estamos en relación con las economías más desarrolladas del planeta.
Es indudable que las comparaciones son necesarias, ya que de esta forma podemos mejorar, corregir lo deficiente y avanzar sobre lo que hacemos de manera correcta.
Asimismo, tener una mirada pesimista de los diagnósticos, no es aconsejable. No nos sirven las miradas lacerantes, sino propositivas, saber tomar aquello que puede resultarnos aconsejable. Alemania, Inglaterra, ofrecen modelos a seguir, pero también México o España (dos realidades más parecidas a la nuestra) pueden auxiliarnos para casos específicos.
La Ocde no es un club de países ricos, un mote de ese tipo resulta absurdo. Tampoco es una organización de países neoliberales, o que promueva medidas en tal sentido. En más de una ocasión observamos que las sugerencias no temen en aludir a una mayor presencia del Estado, o lo público en materias laborales, ambientales, o educacionales, por nombrar algunas.
Antofagasta también fue privilegiada con la Ocde. Recordemos que la ciudad cuenta con un detallado informe que solicitó Creo Antofagasta y que ha servido de base para el trabajo de ese ente público- privado.
En resumen, es bueno saber dónde se está parado para conocer dónde llegar y en esto el trabajo de la Ocde es un insumo más que interesante.