Jonathan Villella Coyán

Tiene sólo 12 años y ya se vislumbra como uno de mejores talentos juveniles en el ajedrez. Su quinto lugar en el nacional desarrollado en Santiago en diciembre pasado lo ratifica.

Y es que para Fabián Cruz este deporte mental es una de sus cosas favoritas desde que se animó a aprenderlo junto a su padre cuando apenas tenía 7 años. Posteriormente sería bajo la tutela de grandes ajedrecistas -como su actual maestro Rodrigo Vásquez Schroder-, con quien seguiría perfeccionando sus conocimientos.

Hoy, este estudiante de séptimo básico del Colegio San José continúa su preparación, ahora, para enfrentar uno de los mayores retos de su vida, el "Torneo Mundial de Ajedrez Sub 12", a realizarse en agosto en Brasil.

¿Cómo te estás preparando para el certamen mundial?

-La verdad es que todos los días juego ajedrez. Los días de semana dos horas mientras que el fin de semana, a veces, todo el día.

¿Te sientes listo para afrontar esta experiencia? Habrá muy buen nivel de competencia.

-Sé que será difícil, que me encontraré con participantes de muy alto nivel, pero el ajedrez es algo que me gusta, tengo fe en mis habilidades, quiero representar a Chile de la mejor manera.

¿Por qué el ajedrez, habiendo otros deportes?

-Primero me gustó la experiencia de aprender a jugarlo con mi papá. Fue él quien me inició en esto. Ahora no juego solo ajedrez, también fútbol, pero este deporte mental es mi favorito porque cuando lo juego, puedo ver cada movimiento, de cada pieza, en mi cabeza; es un juego de memoria, de ataque y defensa.

¿Dirías que tu estrategia es más ofensiva o defensiva?

-A mí me gusta atacar. Primero porque así el juego dura menos -he estado jugando por más de cuatro horas-. Además, si yo voy atacando en todo momento, el rival se preocupará más de defender que de atacar.

¿Eso también es parte de la estrategia?

-Sí. Primero veo que tiene el rival para responder, si son muchas las opciones, no veo tantas jugadas adelante, pero si tiene respuestas más obligadas, si logro hacer que siga mi juego, puedo ir controlando su desarrollo. Así, puedo anteponerme a sus respuestas.

¿Por qué recalcas que el ajedrez es un juego de memoria?

-Porque hay que recordar no sólo las jugadas que hace el oponente y sus posibles acciones, sino también las de uno. Además de eso están las reglas y jugadas que uno debe tener siempre presente.

¿Qué dices sobre el hecho de haber resultado quinto en un torneo nacional con más de 100 participantes?

-Me dice que estoy haciendo las cosas bien, que mi juego es bueno y que puede mejorar.

Roce preparatorio

Después de clasificar a la cita planetaria que se desarrollará en Brasil, el club de ajedrez local "Plaza Colón", como una forma de apoyar a Fabián Cruz, organizó dos torneos de ranking internacional, a desarrollarse en la ciudad durante el próximo mes, con el objetivo de que el joven antofagastino pueda mejorar su roce competitivo.

¿Qué te parece contar con el apoyo de este club que incluso organizará dos torneos para ayudarte a mejorar su ranking?

-Es algo muy positivo para mí. El poder prepararme de esta manera me ayudará para tener la experiencia de competir con otros ajedrecistas de mayor nivel. Algo que me servirá mucho en el mundial.

Guía

¿Qué significa para ti el contar con la guía y experiencia del gran maestro del ajedrez nacional, Rodrigo Vásquez Schroder?

-Él es muy importante dentro de mi juego. Mi estrategia se basa mucho en sus enseñanzas y forma de jugar. Me ha enseñado mucho sobre el juego ofensivo.

¿Qué cosas has aprendido de él?

-A ver mucho más allá cada jugada. Analizo cada movimiento que tendrá una pieza y cómo se enfrentará con otra.

¿Cómo te proyecta en este deporte a 10 años?

-Quiero ser un referente de este deporte. De aquí a los 20, quiero ser top ten.

"Cuando juego ajedrez, puedo ver cada movimiento de cada pieza en mi cabeza. Soy de los que prefieren atacar con tal de hacer que mi oponente se dedique a defender más que atacar"."

"El ajedrez es memoria porque hay que recordar no solo los movimientos del oponente, sino las proyecciones que tendrán también tus jugadas"."

periodista

deportivo

Resulta difícil abordar en estos días de Copa Confederaciones un tema diferente.

Las fundadas expectativas sobre un cometido triunfal de la Roja en la cita lejana, el generoso respaldo de miles de connacionales viajeros en pos de respaldar su acción desde las tribunas y el abundante despliegue de los medios de comunicación que multiplica minutos de cobertura tornan casi fuera de lugar optar por algún tema diferente.

Sin embargo, lo intentaremos en una adhesión a los 85 años de FIBA, la Federación Internacional de Básquetbol que ya agrupa a 213 Federaciones nacionales en una clara demostración de su creciente solidez porque nació merced a la unión pionera de solo ocho entidades: Argentina, Checoslovaquia, Grecia, Italia, Latvia, Portugal, Rumania y Suiza el 18 de junio de 1932.

Desde esa fecha su crecimiento ha sido vigoroso y sostenido. Basta solo con apreciar el desarrollo cesteril en todo el orbe que ha transformado a este deporte en la segunda especialidad con mayor cuota de cultores y, además, en el sólido respaldo de seguidores de todas las edades de sus principales competiciones resaltando, por supuesto, la contribución en este rubro de la NBA.

Reconocido por el olimpismo desde 1936, la FIBA exhibe entre sus hitos el Primer Mundial Femenino, realizado en nuestro país, en el Estadio Nacional de Santiago, en el verano de 1953. Solo algo después de la primera justa planetaria masculina albergada por Buenos Aires en 1950. Es decir, en este subcontinente encontró el oportuno soporte para el lanzamiento de sus justas señeras.

Ya han pasado 64 años de la competición en casa, algo que pocos evocan y menos conmemoran. Por eso, permítanme esta digresión: con orgullo el autor de estas líneas recuerda que estuvo en un par de fechas del Mundial Femenino cuando iniciaba sus estudios universitarios en la capital. Algo imposible de olvidar.

Tito

Norte