Redacción
Una década tuvo que pasar para que 30 ejemplares de la especie Eulychnia iquiquensis (cactus nativo del norte) salieran del vivero donde crecieron y llegaran a ser trasplantados cerca de la localidad costera de Michilla, en el sector de la Quebrada "El Diablo".
Se trata de un cactus de porte arbóreo y ramificado, que alcanza entre los 2 y 7 metros de altura en su edad adulta. Es considerada una especie de un alto valor ecológico, un emblema para la conservación de los ecosistemas de niebla costeros.
El proyecto fue impulsado por Minera Centinela, de Antofagasta Minerals, y estuvo a cargo de la bióloga marina y especialista en flora costera del norte chileno, Raquel Pinto, quien explicó que el 'trasplante' de estos cactus, desde los viveros hasta la vida silvestre, se realizó bajo estrictos estándares de seguridad para las personas (por la ubicación geográfica del cerro) y el cuidado de las plantas.
"Esta iniciativa implica una contribución al ecosistema desértico costero, que es desarrollada por la minera, en el marco de su compromiso con el Medio Ambiente y con la mitigación de los impactos asociados a su operación", destacó el gerente general de Minera Centinela, Andrés Hevia.
Previo al trasplante de los ejemplares, conocido también como cactus columnar, éstos fueron cultivados entre cinco y diez años. El programa contempló además la aplicación de un tratamiento para fortalecer a algunos ejemplares que se encontraban en el sector.
Atrapanieblas
Para conservar los cactus y ayudarles a llegar a su etapa adulta, los trasplantes se realizaron bajo condiciones de miniatrapanieblas, asegurando el aporte hídrico. Instalaron rejillas de protección, y junto con ello, etiquetaron a todos los ejemplares con el fin de identificarlos y realizar un riguroso seguimiento, el que tendrá un plazo de seis años, para controlar las condiciones de sobrevivencia, crecimiento, estado fitosanitario y la humedad del suelo.
Esta etapa considera además la mantención de las instalaciones de apoyo para que los cactus crezcan de manera natural. "La idea es poder lograr que esas plantas florezcan y logren fructificar", concluyó Raquel Pinto.
Especie endémica
Sólo en el norte de Chile es posible encontrar la cactácea Eulychnia iquiquensis. Los ejemplares de esta especie endémica se distribuyen en el territorio comprendido entre el sur de Arica y el sur de Chañaral. Como buena parte de las cactáceas en nuestro país, la Eulychnia iquiquensis se encuentra "en amenaza", aunque el Ministerio de Medio Ambiente ha impulsado la clasificación de especies en las distintas categorías de preservación propuestas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por su sigla en inglés), los estudios al respecto son escasos.