"Que lío con el VAR"
Alberto
Pescio
comentarista deportivo
Cuando el 5 de Marzo del 2016 en su Asamblea General la FIFA decidió introducir los experimentos en vivo del sistema VAR no imaginó las controversias que produciría. Ya fue motivo de discusiones en la final del mundial de clubes del pasado año, situación que se ha repetido ahora en la Copa de las Confederaciones.
Históricamente los órganos rectores del fútbol se han mostrado reticentes, aunque en los últimos años han ido abriendo la puerta a lo que supone seguramente la mayor revolución en la historia de este deporte. En este paso hacia los cambios, introdujeron los 5 árbitros que vigilan la Champions en Europa y ha llegado el momento en que no pueden seguir mirando hacia otro lado.
Por un lado, los relatores deportivos de medio mundo han protestado porque dicen que el VAR "ahogará" el grito de gol y los aficionados alegan que retardará la celebración si su equipo logra meter la pelotita en el arco rival. Pero tengan razón uno u otros, lo que es indudable es que el sistema está diseñado para evitar históricas injusticias en este hermoso deporte. ¿O no recordamos la polémica que ya dura 51 años por el gol del inglés Hurst contra Alemania en la final del mundial de 1966? ¡Aún se discute si la pelota entró o no! ¿Cómo no recordar la famosa mano de Dios de Maradona en la final de México de 1986 contra Inglaterra? Es muy probable que el sistema VAR hubiese aclarado estas dos situaciones.
Ya sabemos que todo proceso de cambio provoca en principio rechazo, porque las organizaciones están habituadas a una manera de hacer las cosas y toda novedad remece el esquema. Y eso es precisamente lo que está pasando con este juguetito tecnológico. Aunque el fútbol ha dado muestras de que no es muy amigo de la tecnología, la lógica se terminará por imponer. Se deben de producir ajustes y correcciones en su aplicación, pero el VAR ha llegado para quedarse.
¡Lo que necesitamos es que nuestros ídolos hagan más goles que el contrario! ¡Así de simple! ¡Y todos contentos!