Spider Man: De regreso a casa
Periodista, Magíster en Edu. Escritor, Académico U. A.
Peter Parker está de regreso. Y lo hace en gloria y majestad, en un filme que recupera el sentido original de este superhéroe: se trata de un adolescente de quince años que comparte su vida de estudiante con la dura tarea de tratar de entender los poderes que posee y estar a la altura de su protector, el multimillonario Tony Stark más conocido como Iron Man.
Y en contra de todos los augurios, que aseguraban que era una pérdida de tiempo reflotar la saga del Hombre Araña, he aquí un filme capaz de cumplir con todas las expectativas en su género: entretiene, no abusa de los efectos especiales y saca adelante una película que está dirigida sin rodeos a los jóvenes, es decir, se trata de un buen producto comercial de aventuras que tiene el mérito de entretener y reposicionar a este joven que vuela constantemente por la ciudad, tratando de ayudar a los demás.
En este contexto, 'Spider-Man: De regreso a casa' (Spider-Man: Homecoming 2017), es una película dirigida con mucho conocimiento del espíritu del cómic en que se basa por Jon Watts, donde sobresale su destreza visual y la fluidez narrativa que hacen del conjunto un vehículo de entretención en estado puro, donde nada sobra ni falta porque cumple de manera perfecta con la receta, no hace trampa y tiene -por fortuna- el suficiente humor que permite alivianar la gravedad que suelen tener algunos de los filmes sobre superhéroes.
Lo mejor que tiene este filme es el dibujo de su protagonista: se trata de un héroe adolescente, un chico que debe lidiar con todos los problemas propios de su edad, con el colegio y con los inicios de los avatares del corazón que, por añadidura, debe compartir su existencia "normal" con la tarea mayúscula de asumir la responsabilidad de ser superhéroe de verdad, porque como le dice su protector en un instante clave: no debe vestir un traje especial para ser héroe, debe sentirse héroe sin la necesidad de ese traje.
De este modo, Peter Parker es un personaje tremendamente simpático y creíble: es un chico que vive con su tía, tiene un amigo que lo idolatra al conocer su secreto y que como buen adolescente es tímido, terco y sabe disfrutar de su condición de salvador del mundo, aunque ese mundo sea por ahora su barrio.
Y en ese devenir este adolescente piensa que los adultos no lo comprenden, a cada rato desecha los consejos de los adultos, no respeta los lineamientos de su protector y se aburre de los consejos que entrega por televisión el Capitán América (uno de los chistes más inteligentes del filme y que está dirigido de cara a los fanáticos de las sagas de la empresa Marvel, líder en revivir a estos héroes de múltiples poderes).
Esta película sabe sacar el mejor provecho de esta dualidad que vive el personaje y su director logra fascinar a los espectadores ávidos de aventuras, sobre todo cuando muestra el lado adolescente de este joven y eso tiene su apoyo en una muy buena actuación de Tom Holland como el "adolescente-araña", demostrando que tiene el suficiente talento para asumir diversos registros y sacar el provecho de su aspecto juvenil porque a sus 21 puede perfectamente convencernos de que se trata de un adolescente de 15 años.
El resto de personajes aparecen también bien dirigidos, sobresaliendo Michael Keaton como el villano Buitre, el malo de turno quien nuevamente luce alas (ya las tuvo en 'Birdman') y se enfrenta con el Hombre Araña y Robert Downey Jr. que sigue siendo un irónico Iron Man, protector de Peter Parker, quien sabe perfectamente el potencial que tiene este adolescente.
De este modo, todo resulta bien en su conjunto: la trama gira en torno al tráfico de armas alienígenas que caen las manos del Buitre, quien cuenta con la ayuda de Shocker y de Tinkerer, eternos rivales del Hombre Araña en las historietas. Y el director se permite entre todas las peripecias una serie de agudos parlamentos, donde sobresale uno que hace referencia a que Tony Stark, por ser millonario y famoso no es cuestionado por traficar con armas porque es parte del sistema y que él, en cambio, es catalogado como villano.
Mérito adicional es la notable fotografía, capaz de dibujar una ciudad a medias entre lo real y lo soñado, mientras que la música y algunos ripios narrativos son lastres que se pudieron solucionar en este filme que se asoma como una de las mejores apuestas de esta temporada para entretenerse sin complejos, donde lo mejor es que reinventa a un superhéroe simpático y lo hace de manera directa, limpia, sin trampas y cuyo público objetivo -los adolescentes- saborearán los mensajes que se les entrega a diestra y siniestra. Sugerencia: quedarse hasta el final: hay dos secuencias, una entre los créditos de la película y otra clave al final de éstos que muy pocos ven. Buena.
Víctor Bórquez N.