Grafitero Izak Mora llevó su arte de los muros de Antofagasta hasta Europa
STREET ART. El artista local se encuentra radicado en Estonia desde el 2013.
Se dice que el arte, en todas sus formas, siempre debe generar impacto, cuestionar, abrir preguntas, lograr debate, expresar ideas, pero en especial, provocar al espectador.
Fue a fines de 2012 cuando el grafitero local Izak Mora (31) irrumpió en la escena antofagastina con su controvertida obra titulada "El Dulce Derecho a Mutilar".
En aquella oportunidad su trabajo, que mostraba a una mujer mutilada, provocó más de un revuelo en los vecinos de la ciudad y en las redes sociales antofagastinas y nacionales por la "crudeza" de su propuesta, la que por cierto, nada tenía que ver con el mensaje que el artista plasmó en su pintura.
Desde 2013 este arquitecto de profesión se encuentra radicado en Estonia, Europa del Este, hasta donde llevó su arte realizando importantes intervenciones en espacios públicos.
En esta entrevista Izak Mora cuenta cómo es la vida de un artista chileno al otro lado del charco.
Tras sus pasos
¿Qué fue lo que te inspiró para convertirte en un grafitero?
-Creo que mi hermano fue mi inspiración para ser grafitero, el comenzó primero entonces yo lo seguí, típico del hermano menor que sigue los pasos del mayor.
¿Cómo defines tu estilo o técnica?
-Mi "estilo" o lo que me gusta plasmar es figurativo con tendencias al realismo o llamado fotorrealismo en grafiti. La técnica que utilizo es el aerosol. Pero me es difícil aún definir mi "estilo" lo escribo entre comillas porque creo que está un poco manoseada la palabra estilo. Creo que el estilo es algo súper difícil de conseguir y solo cuando llevas 50 años o más pintando creo que puedes obtenerlo, mientras tanto yo considero que aún ando en mi búsqueda.
¿Cuál es el mensaje que marca tu trabajo? ¿Qué buscas plasmar?
-Es súper diverso y depende mucho de mi estado anímico y lo que me rodea, pero sin dudas siempre tiene una linea de critica social, a veces marcada y otras veces muy sutil y subliminal.
¿Por qué decidiste radicarte en Europa? ¿Cómo ha sido la experiencia como artista?
-Fue un tema personal ya que mi señora es de aquí, pero paralelamente siempre tuve la inquietud de expandir mi arte a otras latitudes y quedándome en Antofagasta creo que hubiese sido muy difícil lograrlo. Aquí mi experiencia ha sido, sin lugar a dudas, muy gratificante en varios aspectos, en el desarrollo de mi técnica, ya sabes aquí hay mucha gente que pintan bien y eso te lleva a nunca bajar la guardia y seguir mejorando.
¿En qué proyectos estás trabajando?
-Actualmente tengo unos proyectos con un amigo escritor (chileno que vive en Luxemburgo) pretendemos hacer una serie de libros yo aportando la parte artística visual y él con la poesía y literatura. Pero ademas festivales de street art, y varios trabajos para clientes particulares, alguna que otra exhibición, etc.
¿Alguna experiencia en Estonia que nos puedas contar relacionada con tu obra?
-Una vez pinté en una exprisión soviética (actualmente museo de sitio) y plasmé un tema súper fuerte y delicado a la vez, mi pieza fue titulada "The same dogs behind the same bones" donde pinté mi visión/opinión sobre el nazismo y el comunismo. Recibí muchos comentarios positivos con esa obra que sin dudas fue muy "chocante" ya que en esa prisión hubieron muchos estonios privados de libertad solo por el hecho de no compartir la ideología soviética.
¿Qué opinas sobre ser artista en Chile, en especial siendo grafitero?
-Creo que el simple hecho de ser artista ya es arriesgado independiente en el país que vivas, por supuesto en algunos países es mucho mas valorado y mejor remunerado que en otros. Pero ser grafitero en Chile es difícil, por la razón de que es algo que no pertenece a la academia, no se estudia para ser grafitero, entonces las elites que gobiernan los recursos destinados al arte siempre te van a marginar en algún u otro modo, porque no eres el "amigui" de tal o cual y/o etc..... aquí no pasa eso.
¿Crees que el grafiti en Chile es visto como un arte o aún es asociado a la marginalidad?
-Creo que ambos, en Chile hay una nueva generación que viene con una mentalidad no tan prejuiciosa. En lo personal a mi no me molesta que el grafiti sea vinculado a lo marginal porque de hecho el grafiti es marginalidad pura, pero he visto que en los últimos años hay mas aceptación de parte de la sociedad, es por eso que algunas estaciones de metro en Santiago han sido pintadas por grafiteros y gente vinculada al street art en diversos proyectos y en regiones también.
El muro de l discordia
Si en 2013 tu obra "El Dulce Derecho a Mutilar" generó bastante revuelo, ¿crees que hoy tendría el mismo impacto negativo que generó en la gente en aquella oportunidad?
-El que una persona haya explotado y decida agarrar un tarro de pintura y borrarlo, fue una persona, creo que no hay que generalizar. Yo creo que la mirada sería distinta, ya que en Antofagasta han habido casos de descuartizamiento últimamente y estoy seguro que la opinión publica se desviaría a tocar otros temas que están ocurriendo en la región, me refiero a la migración, violencia, delincuencia, discriminación. Esa pintura fue un experimento social bastante particular, y como experimento quedé satisfecho con hacer reaccionar a la gente.
¿Cómo recuerdas aquel episodio?
-Lo sigo recordando como uno de mis hitos que me hacen ver cual importante es el mensaje que está en la calle, lo que queremos decir, etc. Sin dudas un muro real tiene diez veces más valor que muros virtuales y videos virales. Lo recuerdo con satisfacción de poner el grafiti sobre la mesa como tema de discusión.
"Creo que el simple hecho de ser artista ya es arriesgado independiente en el país que vivas, por supuesto en algunos países es mucho más valorado y mejor remunerado que en otros"."