"A celebrar y a soñar..."
Humberto Ahumada
periodista
deportivo
La espera fue larga. Por ello, la alegría es mayor. Es lo que acontece con todos los que de una u otra forma nos vinculamos al básquetbol a través del tiempo. Y que gozamos y celebramos a la distancia el resonante triunfo de la selección sub 17 en el Suramericano de Lima. Título invicto con victorias claras y presentaciones en que a la solidez colectiva y calidad individual se sumaba la sorprendente prestancia de los jugadores nacionales y, sobre todo, la convicción en la validez de sus recursos técnicos.
Notable desempeño de esta generación dorada que emerge con la perspectiva de un futuro risueño en niveles superiores. Obviamente, la base está en su juventud, en el promedio de estatura del plantel - con varios que se empinan sobre los dos metros-, en su solvencia técnica y en su concepción del juego colectivo sobre los alardes individuales. Mérito, sin duda, de Galo Lara, técnico joven que ha trabajado casi silenciosamente para verter toda su experiencia en los rectángulos y su capacidad didáctica, convirtiéndose en mentor decisivo de los promisorios muchachos.
Una combinación de estos atributos tenía que dar sus frutos, Y los dio en abundancia. Sobre todo en la final ante Argentina por su reacción a la desventaja inicial, su temple y la macices de su juego.
No se trata de exagerar los elogios. Solo de saludar una victoria que le hacía falta a nuestro baloncesto, casi en el suelo tras el funesto manejo de la federación por Miguel Herrera. Las grandes causas saldrán siempre adelante y este deporte lo está demostrando con sonriente nuevo rostro, dejando atrás la amargura de tiempos aciagos.
Conquista señera que se produce cuando se cumple medio siglo de otra corona cestera subcontinental: el título de clubes de "Thomas Bata" en el Suramericano que acogió Antofagasta en 1967. Mas, eso es tema para otro comentario. Ahora, a celebrar y a soñar…