Costo de vida y metas personales dilatan la salida del hogar paterno
SOCIEDAD. Estudio realizado por la Universidad Católica con datos de la Encuesta Casen 2015 reveló que casi un millón de chilenos mayores de 31 años aún no se independizan.
La inestabilidad laboral es una de las principales razones por las que Miguel Andrés Villagrán, de 35 años, aún vive en la casa de sus padres.
Este antofagastino, de profesión ingeniero mecánico, comentó que otro de los motivos para mantenerse en el hogar familiar es el tiempo que tardó en obtener su título profesional. A esto se sumó, como tercer factor, el alto costo de las viviendas en la capital regional.
"Las rentas en Antofagasta para una persona sola que no tiene estabilidad (laboral) está fuera de alcance, además mis papás me entregan las comodidades de tener mi espacio y tranquilidad", expresó.
El ingeniero mecánico manifestó que el hecho de no poseer un empleo permanente dificulta aún más la posibilidad de acceder a un arriendo o a un crédito hipotecario que le permita pagar un dividendo, lo que hace más complejo poder independizarse.
"Me encantaría tener lo mío, pero lamentablemente no puedo por la inestabilidad económica que tengo por el tema del trabajo", aseguró.
Estudio
Villagrán es parte del casi millón de personas mayores de 31 años que, según una investigación realizada por el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, viven en casa de sus padres a lo largo del país.
Este estudio, que tomó como base datos de la Encuesta Casen 2015, arrojó que más de 900 mil chilenos mayores de 31 años han pospuesto la independencia, lo que representa el 9,7% del total de chilenos en este rango etáreo.
La investigación reveló que entre los 31 y los 40 años el 22,8% (482.506 personas) vive con sus padres, mientras que para el rango de los 41 años y más, el porcentaje baja a 6% (436.677 personas).
En el caso de los que tienen entre 25 y 30 años, el estudio determinó que 767.412 personas vivían con sus padres en 2015 (47,4% de la población en ese tramo de edad).
Enzo González, de 31 años, es kinesiólogo y trabaja en un consultorio en Santiago, y al igual que Miguel Villagrán vive en el hogar de sus padres.
En su caso, la principal motivación ha sido poder ahorrar y así concretar la compra de un departamento, pues, según señaló, el costo de vida en Santiago es demasiado alto.
"Vivir con mis padres me permite ahorrar para pagar el pie de un departamento, porque para mí es incompatible arrendar y ahorrar a la vez", expresó el kinesiólogo.
González contó que otro de los factores que incide en esta tendencia es que muchos priorizan viajar y pasarlo bien mientras están solteros, y después proyectarse en adquirir una vivienda propia.
El economista de la Universidad Católica del Norte, Dusan Paredes, indicó que la postergación de la salida del hogar paterno podría responder al alto costo de vida que poseen las grandes capitales.
"El costo de vida muchas veces crece de manera muy significativa, particularmente en las grandes ciudades, afectando sobre todo a las viviendas (...) lo que muchas veces desincentiva a la gente a salir de la casa, ya que de esta manera se puede ahorrar ese costo", dijo.
Paredes indicó que un segundo problema es que el mercado laboral, durante el proceso de reclutamiento y contratación, valora la experiencia laboral, y por ende los sueldos de las personas de 31 años no son tan elevados.
El economista comentó además que las nuevas generaciones de profesionales valoran mucho viajar, y prefieren extender la vida con los padres para darse ese gusto antes de independizarse.
22,8% de los chilenos entre 31 y 40 años (482.506 personas) vive con sus padres,
6% de las personas cifra similar a la de 2011, cuando la proporción era de 24%.
de 41 años y más (436.677 chilenos) vive en la casa de los padres. Este porcentaje es igual al registrado durante el año 2011 (6%), explican los investigadores. El dato fue entregado por la Universidad Católica.