25 aniversario de Proa
"La identidad y el patrimonio, han sido una de nuestras permanentes preocupaciones, las que hemos atendido con nueve textos". "El desarrollo sustentable no es posible sin un sentido de apropiación local y empoderamiento".
La Corporación Pro Antofagasta, Proa, está cumpliendo 25 años de vida institucional. No es baladí, que una organización cumpla un cuarto de siglo exhibiendo una permanente y concreta labor.
Sin duda que el camino no fue fácil. Los inicios fueron inciertos para algunos y desalentadores y disparatados para otros. Estábamos intentando fundar una corporación nueva, que no tenía símil nacional a la cual imitar. Debíamos definir su campo de acción y los nichos en los cuales intervenir. Nos impulsaba el propósito de contribuir con obras e iniciativas de amplios y transversales beneficios comunitarios.
El entusiasmo, perseverancia y, sobre todo, el interés de querer participar creativa y constructivamente en el desarrollo comunitario, fueron los estímulos que no decayeron en la etapa fundacional y que han permitido con el correr de los años, que Proa, se haya transformado en una organización que hoy posee una importante validación ciudadana. Este reconocimiento sin duda que está asociado a la fructífera labor que en diversas áreas ha desarrollado.
Una de estas áreas es el turismo, sector en el cual la impronta de la corporación ha sido sustantiva, al extremo de no equivocarnos al afirmar que somos la organización privada sin fines de lucro, que más ha aportado a la oferta actual. En efecto nuestra participación en la Remodelación de la Plaza Colón y el rescate de la Ruinas de Huanchaca fue vital, para admirar el estado actual de estos íconos. También están, los tres murales de Luis Núñez que se han transformado en verdaderos hitos, sobre todo el de la ex casa Gibbs, uno de los puntos más fotografiados de la ciudad. Además, no debemos olvidar La Mano del Desierto, convertida en un referente antofagastino a nivel nacional e internacional.
Por su parte, la identidad y el patrimonio, han sido una de nuestras permanentes preocupaciones, las que hemos atendido con la publicación de nueve textos relativos a nuestro acervo humano, raíces e historia.
Uno de los desafíos de Proa, ha sido desde siempre, intentar recuperar el calificativo de la Perla del Norte, como se conocía a la ciudad por su limpieza y orden. En este contexto, desde el 2003 hemos llevado a jardines y colegios ciclos de cuenta cuentos orientados a educar a las generaciones menores, en los beneficios que conlleva vivir en una ciudad limpia. A la fecha contamos con más de 220.000 asistencias. No conocemos campaña igual en ninguna otra comuna el país.
Agradecemos a todos quienes han depositado su confianza en nuestra propuesta comunitaria. Al Core Regional, a la Municipalidad de Antofagasta, a las empresas auspiciadoras y en especial a todos nuestros socios, que son un permanente aliciente para continuar con nuestra labor.
Inversión comunitaria estratégica
Hablar de inversión comunitaria estratégica y desarrollo sustentable se ha vuelto complejo. ¿Qué ha pasado? Una sociedad más empoderada y exigente de sus derechos permite entender el fenómeno de distanciamiento y desconfianza entre sociedad civil y empresa.
Desde mediados de los 90, las grandes compañías mineras en Chile -la mayoría con operaciones en la Región- comenzaron a trabajar con expertos en asuntos públicos y responsabilidad social, como también con consultores para entender y aplicar conceptos de reputación corporativa y relacionamiento con stakeholders, entre muchos otros. Luego de 20 años de trabajo, es válido preguntar cuánto hemos aprendido, y si hoy siguen rondando las mismas consultas cuando se planifica una inversión en la comunidad, por ejemplo: ¿Nuestro programa de inversión comunitaria es fuente conflicto local?, ¿tiene foco?, ¿asumiremos el rol del gobierno?, ¿cómo medimos el resultado?
Si se acepta la premisa de que una gran organización o empresa puede transformar los territorios -donde gestiona su negocio- promoviendo el desarrollo y mejorando la calidad de vida de la población mediante su quehacer, es imprescindible contar con una visión y management integral del negocio. El transitar desde la "obtención de licencia social para operar" al "desarrollo integral de los territorios", no sólo pasa por una adecuada gestión de control de riesgos y el cumplimiento regulatorio, sino también por una política de inversión comunitaria enfocada al territorio, alineada con los ciclos del negocio minero, vaivenes de precios y el propio conocimiento generado tras años de "prueba y error".
Para crear enfoque estratégico debe existir una relación entre los objetivos de la empresa para invertir en la comunidad y sus metas empresariales. En la práctica, alejar los focos de la inversión comunitaria de los desafíos estratégicos de la empresa, no sólo puede trastocar su reputación corporativa -identificándola con atributos que no le son propios o pertinentes-, sino que además se corre el riesgo de volver irrelevantes los programas implementados en su entorno local.
El desarrollo sustentable no es posible sin un sentido de apropiación local y empoderamiento. El proceso de planificación para una inversión comunitaria estratégica lo podemos convertir en un "medio" para generar capital social y definir una visión colectiva de desarrollo, validando diferencias y/o aspiraciones entre empresa y comunidad. En este sentido, el dialogo genuino debe superar el esfuerzo del relacionamiento (conocerse), para avanzar en la incorporación de las expectativas de las comunidades de trabajar y desarrollarse autónomamente en torno a las oportunidades que generan las actividades económicas.
En la Región de Antofagasta, el Cluster Minero -y su "Hoja de Ruta al 2025"- viene trabajando hace 20 años, decidida y eficientemente, bajo una perspectiva de desarrollo productivo territorial, acelerando los procesos de transformación mediante la creación de una base de proveedores especializados para la gran minería, formando un ecosistema de innovación y emprendimiento junto a la academia, el sector privado y público. Bajo este esquema, ¿habrá otra mejor región en Chile donde podamos probar que "la teoría de la maldición de los recursos naturales" no siempre se concreta? Mostremos nuestro poder y liderazgo.
Carlos Tarragó
Presidente Corporación Pro Antofagasta
Cristian Puga
Asesor en sustentabilidad y asuntos públicos