"No podemos pensar que la industria se va a reactivar por un tema de precio, se necesitan certezas en el marco regulatorio"
Antucoya es una especie de hito en relación al tipo de minería que comenzará a apreciarse en Chile.
La afirmación de Iván Arriagada, presidente ejecutivo de Antofagasta plc, se revela en el conocimiento que el ejecutivo tiene en el futuro de la industria nacional, en sus características locales y globales.
Las leyes del mineral en Chile van a la baja. Escondida, por ejemplo, tuvo márgenes de 1,6% en 2007, cifras que parecen difíciles de repetirse. Y aquí entra Antucoya, una operación que registra una ley de 0,35% y un período de 20 años de trabajo, condiciones muy diferentes a las conocidas.
El punto es que las condiciones geológicas le sirvieron a Chile durante décadas, pero esos márgenes hoy desaparecieron. ¿Qué hacer, entonces? Eso es lo que explica Arriagada.
"Antucoya es un ejemplo de la nueva minería o los nuevos yacimientos que se vienen. Es más probable encontrar yacimientos de este tipo que un Pelambres, que tiene leyes de 0,65%. En ese sentido vemos Antucoya como una especie de 'cabeza de playa' de lo que pueden ser los desarrollos futuros", afirma.
Desarrollo
En lo general, ¿qué debiera hacer Chile para mantener una industria potente y atraer más proyectos?
- Hoy estamos en una encrucijada diferente. Ya por pura geología los proyectos no serán atractivos. Competimos a la par con otros países o incluso en condiciones inferiores. Para que Chile siga desarrollando su industria y esta siga contribuyendo al país, tenemos que asegurarnos el ser un polo que atrae inversión. Hay que crear condiciones y cuidarlas.
¿Y qué potenciales 'cuellos de botella' aprecio? Tener más certezas respecto de los permisos y se ha avanzado en los diagnósticos. Hubo una comisión asesora de la Presidenta (Michelle Bachelet) donde se revisó el sistema de evaluación ambiental y es bueno hacerse cargo de eso y ver qué perfeccionamientos se pueden hacer.
Como industria hemos visto la idea de tener una oficina de grandes proyectos que permita coordinar mejor la obtención de los permisos y de las entidades públicas y hay ejemplos en Canadá, donde tuvieron problemas con la inversión y se resolvieron de esta forma.
El país tiene que reconciliarse con la minería, porque es la que ha permitido el desarrollo en gran parte y puede seguir haciéndolo. No lo perjudiquemos por la vía de introducir cambios que pueden estar bien inspirados, pero que en definitiva atentan contra el desarrollo de la industria.
Yo no estoy hablando de crear condiciones de excepción con la industria. No. La industria tiene que cumplir y tiene que comprometerse de acuerdo a los más altos estándares, pero en un ambiente donde sea acogida y no que sea vista como un problema.
Ese diagnóstico es bastante compartido por el empresariado en general ¿No llama la atención eso? Cuando se repite, por ejemplo, la necesidad de dar estabilidad a la inversión en el largo plazo.
- Sí. Pero yo hablo por nuestra industria. Si miras los resultados del ranking que hace el Instituto Fraser, nos damos cuenta que Chile ha caído, en la percepción de cuán atractivo es para atraer inversión. Con una legislación tributaria que fue compleja, que de alguna manera, está sesgada contra la inversión y con proyectos que, en general, han ido creando más barreras en vez de generar un ambiente equilibrado, pero propicio para la inversión, que es lo que genera riqueza en el país. Esa es la encrucijada: Antes la geología era prevalente, hoy ya no está y, por lo tanto, ya no podemos contar con eso solamente.
Como resumen: Las condiciones favorables para la inversión son lo que puede marcar la diferencia a favor de Chile.
- Sí. La inversión minera es de largo plazo, tiene riesgos inherentes que asume el inversionista, desde el precio del commoditie, el proceso productivo, la variabilidad del yacimiento, la conversión de recursos en reserva. Y en un ambiente donde existe incertidumbre regulatoria es mucho más difícil abordarlo. Chile fue un ejemplo en el pasado y eso permitió un gran desarrollo. Perú lo ha sido en los últimos años, con una ley de invariabilidad tributaria, normas para los permisos ambientales, la administración de fondos que van a las comunidades y ha permitido atraer inversión que antes no iba.
Eso demuestra que la inversión en el largo plazo se mueve por la atracción relativa que ofrece un marco institucional respecto de otro.
No podemos pensar que la industria minera se va a reactivar de forma automática por un tema de precio, se necesitan certezas en el marco regulatorio para que uno pueda invertir y correr los riesgos propios del sector minero, pero no porque te cambien las reglas del juego.
Consensos
El ejecutivo apunta que hoy la discusión política está condicionada por la próxima elección presidencial, con los riesgos que eso implica, pero sostiene que poco a poco se ha ido revalorizando el crecimiento económico como una fuente de progreso, la que debe "equilibrarse con la aspiración de tener mejor distribución en la igualdad del ingreso, que también es legítima".
"Pero son las dos cosas las que importan. Si el país crece al 1,5% es poco lo que puede haber para expandir el gasto público, es poco lo que hay para expandir el empleo, las remuneraciones", aprecia.
Chile tenía ciertos consensos hasta hace poco y llama la atención que se hayan puesto en discusión ciertos fundamentos que permitieron que Chile lograra el desarrollo que tiene hoy.
- Chile vivió un período de desarrollo muy virtuoso a partir de ciertos acuerdos y eso fue positivo. Bueno, creo que la sociedad evoluciona, las exigencias son distintas, hubo también algunas falencias puntuales, pero los fundamentos son sólidos. El país requiere también moverse a un estadio de mayor equidad, pero creo que ese motor es el crecimiento. La discusión es legítima, pero donde hay discrepancia es en el cómo. Es propio de estas sociedades y Chile no es distinto a lo que ocurre en otros países. Es un momento bien crítico en ese sentido porque lo importante es no perder el rumbo y salgamos con una visión, ojalá compartida, en las etapas que vienen y no destruyendo lo que se construyó.
Es difícil, es angustiante, la sociedad está más crispada, la tolerancia es menor, hay un tono de discusión más conflictiva, pero es parte de lo que tienen que vivir los países cuando llegan a su nivel de ingreso medio. Soy optimista y tenemos que ser capaces de llegar a ciertos consensos básicos.
"El país requiere también moverse a un estadio de mayor equidad, pero creo que ese motor es el crecimiento. (Aunque) la discusión es legítima".
Iván Arriagada"
Precio del cobre
Arriagada estimó que la demanda y el precio del cobre seguirán mejorando y a pesar que hay incertidumbres, aprecian un nuevo valor piso para el metal rojo en torno a los US$ 2.50. "En el mediano y largo plazo tenemos una perspectiva favorable. La demanda está determinada por lo que ocurre en las economías emergentes, especialmente en China, donde los procesos demográficos que se viven son muy importantes. China espera mover 200 millones de personas del campo a la ciudad, de aquí al 2030. Eso requiere una enorme infraestructura", explicó.