"Cuando organizábamos los cumpleaños, nunca quiso que la decoración fuera de princesas ni de color rosado. Ella prefería superhéroes, como Spiderman o Batman", cuenta Carolina Correa, intentando recordar las primeras señales que la hicieron pensar que algo sucedía con su hija, Daniela, actualmente de 7 años.
Y poco a poco lo que comenzó como un simple llamado de atención, fue sumando nuevos indicios.
"Luego ella empezó a decir que su nombre no le gustaba y que quería cambiarlo. Un poco más adelante nos dijo que era su nombre de niña el que no le gustaba y que quería tener uno de niño", relató la mujer.
Decisión
Esta incomodidad de la menor respecto a su género, la afectaba en su desempeño escolar, pues pese a tener buenas calificaciones mostraba problemas de conducta.
La situación mantenía a Carolina y a su esposo muy preocupados. Por ello, decidieron pedir ayuda y orientación para entender lo que estaba sucediendo con su hija.
"A fines de abril nos comunicamos con la Fundación Renaciendo de Santiago. Con ellos conversamos el tema y nos guiaron. Además, comenzamos a tener contacto con la sicóloga de la agrupación Trans Arcoiris, y empezaron a evaluarla", expresó.
Así, llegaron a una conclusión que los padres ya presentían, Daniela, pese a su corta edad, era transgénero.
A dos meses de esto, la menor se encuentra en su proceso de transición de género, el cual comenzó con su corte de cabello, cambio de vestimenta y también de colegio.
Una etapa que para sus padres no ha sido fácil, pues implicó cerrar un capítulo en sus vidas y abrir otro.
"Nosotros al dejar a Daniela atrás, vivimos una especie de luto, porque ya no está. Pero tuvimos otro nacimiento, es un niño que nació de nuevo", asegura Carolina.
La transformación de Daniela ha sido bien recibida por su familia más cercana, y lo más importante, según señalaron sus padres, es que su hijo ahora "se ve feliz".
"Tiene muchas amistades. En el colegio le va bien y está siempre preocupado de sus tareas, tiene buen rendimiento en todas las asignaturas", aseguran.
Fútbol
Álex es fanático del fútbol y su equipo favorito es Colo Colo. Esta afición llevó a sus padres a inscribirlo hace un año y medio en la Escuela Formativa de Fútbol de Antofagasta, la cual acoge a cerca de 250 niños con discapacidad visual, cognitiva o de identidad social.
La madre de Álex asegura que este pasatiempo ha sido fundamental para su hijo, pues a través de él ha hecho nuevas amistades, lo que considera fundamental en el proceso de transformación que vive.
El niño ha sido bien recibido por sus compañeros y destaca en la práctica del fútbol.
El resto de los padres de la academia han reaccionado positivamente a la nueva identidad del pequeño, y en esto ha sido importante la información que han recibido de los encargados de la escuela y de Trans Arcoiris.
De hecho, recientemente organizaron una charla en el estadio regional, donde el tema central fue la integración social de personas transgénero.
Discriminación
Carolina Correa está conforme con el progreso de su hijo, sin embargo, expresa que en el país aún queda bastante por hacer en este tema y que siente discriminación.
"Hay mucho desconocimiento. La gente sólo sabe que existen homosexuales y lesbianas, entonces cuando dices que tu hijo es transgénero, te responden: ah!!! es lesbiana u homosexual. No saben del tema, y tampoco se educan porque no quieren", cuestionó.
Esta madre hizo un llamado a los padres que estén pasando por una situación similar, a apoyar a sus hijos.
"Que se atrevan a apoyar a sus hijos, porque el amor que uno pueda entregar a estos niños como padres, es fundamental para que sean buenas personas cuando grandes. Porque si no les dan el apoyo, crecen mal y desorientados", declaró la madre.