Samira Mosquera (16) se levanta todos los días a las seis de la mañana para preparar sus cosas para el colegio.
"Bueno, las mías y las de mi hijo. Él va al liceo conmigo", dice mientras mece al bebé.
Ella es colombiana y está cursando tercero medio en el Liceo 'La Portada', el único establecimiento de la región que cuenta con una sala cuna para las alumnas y alumnos con hijos.
El objetivo de la sala cuna 'Pedacito de Sol' es promover la retención escolar de las madres y padres adolescentes que estudian en establecimientos municipalizados de la comuna.
El jardín está ubicado en una especie de loma del liceo y al ingresar es posible visibilizar los baberos y utensilios que utilizan las profesionales para atender a los 20 pequeños que acuden de lunes a viernes a este recinto.
Desde la Corporación Municipal de Desarrollo Social (Cmds), informaron que la idea es que los estudiantes puedan continuar con sus estudios mientras sus hijos están al cuidado de las educadoras de párvulo que trabajan en esta sala cuna y jardín.
Las madres y padres que se acogen a este beneficio de sala cuna, cursan sus estudios en los liceos A-22 La Portada, Liceo B-13 Domingo Herrera y en el Técnico A-14, incluso hay una estudiante de octavo básico de la Escuela G-111 Gabriela Mistral que es favorecida con este beneficio.
La directora del establecimiento, Lorena Araya, contó que la sala cuna funciona desde el 2009 y trabajan con la modalidad PEC (Para que estudie contigo) y por lo mismo está ubicada dentro del liceo.
Los bebés llegan a los tres meses y se van al año 11 meses y cumplen una jornada extendida, desde las 08.00 a 17.30 horas. "Nos adecuamos al horario de los estudiantes. Nosotros sabemos que ellos nos dejan a su tesoro, trabajamos con el cuidado respetuoso, para que los padres y madres generen la confianza con la sala cuna", comentó Araya.
Programas
Las alumnas y alumnos también trabajan en programas que buscan mejorar la comunicación entre el padre y el hijo, uno de ellos es "nadie es perfecto" del programa Chile Crece Contigo.
"Suena cliché, pero en realidad a nadie le enseñan a ser papá, entonces estos programas les ha servido mucho porque siempre están en las disyuntivas de tener miedo a hacer las cosas mal o que los niños repitan la misma historia de vida que ellas", sostuvo.
Metodología
La educadora de párvulo de la sala cuna, Aída Jara, quien trabaja en el jardín desde el 2013, contó que los pequeños que asisten a este recinto no sólo reciben los cuidados requeridos por todo lactante, sino que además se implementa un completo proceso de aprendizaje.
"Nuestra metodología se basa en la pedagogía implementada por la doctora austriaca, Emmi Pickler, la que precisa que el desarrollo del ser humano debe ser a través del movimiento y de la exploración libre tomando como base los cuidados respetuosos entendiendo a los niños y niñas como sujetos de derechos".
Esta metodología comenzaron a usarla el segundo semestre del año pasado y ha servido para el desarrollo de los niños. "Es una forma muy justa. Este año también implementamos el juego sensorial", aseguró la educadora de párvulo.
Respecto al trabajo con madres y padres jóvenes, Aída Jara, precisó que al principio creyó que era difícil, pero estando dentro se dio cuenta que son bastante responsables.
"Nosotros abrimos las puertas para que los padres estén en el proceso. Ellos participan en las mudas, en la alimentación de los niños, entre otras tareas", dijo.
Por último aseguró que a veces el trabajo no es fácil. Sin embargo, el amor todo lo puede y ese es el trabajo y entrega que dan este grupo de profesionales que cuidan a este grupo de pequeños, hijos de madres adolescentes.
"Estudio muy tranquila"
Samira Mosquera Valencia tiene 16 años y vive en Chile hace unos años. Es del Valle del Cauca, Colombia, y actualmente está cursando tercero medio en el Liceo La Portada. Su hijo, Víctor David, tiene cinco meses. Quedó embarazada a los 15 años y sin duda la situación fue difícil no sólo para ella, sino que también para su familia. "Tener a mi hijo a un minuto de mí es muy bueno. Estudio tranquila. Es difícil ser mamá joven, pero trato de ser responsable. Me vengo a las siete de la mañana con mi hijo en la micro y luego nos vamos a la casa", comentó. En la entrevista, Mosquera agradeció el trabajo de las educadoras con su hijo.
"Es una gran ayuda"
Tiare Díaz tiene 16 años y está cursando segundo medio en el Liceo La Portada. Entró el año pasado. Tiare aseguró que ser madre y estudiante es bastante difícil. "Esta oportunidad me ayuda a seguir estudiando, porque yo me iba a salir del colegio", comentó. El invierno ha sido uno de los momentos más duros, pues debe venirse con su bebé en la micro. "Ella tiene diez meses. Lo más difícil es que se me enferme pese a ello tengo mucha ayuda de mi familia y de mi pololo. Él no pudo terminar el colegio, pero está trabajando. Yo quiero ser profesional para darle un mejor pasar a mi hija", aseguró. "En los recreos vengo a darle leche y comida".
"La atención es excelente"
"Mis noches perfectas son comer papas fritas y que mi hijo esté acostado al lado". Con esas palabras Valentina Terrazas (17 años) describe cómo le ha cambiado la vida desde que fue mamá. Ella quedó embarazada a los 16 años y su familia le brinda un apoyo muy importante sobre todo para que pueda cumplir con sus deberes del liceo. Valentina cuenta que se levanta cerca de las 07.30 de la mañana para atender al bebé. "La atención en el jardín es muy buena. Les tengo mucha confianza a todas las tías y nos apoyan mucho. Nos dan consejos para ser mejor y eso es muy bueno", comentó. Agregó que lo más difícil es dividir los tiempos.