Obvio impacto en la comunidad generó la muerte de un conductor de 65 años a manos de un "limpiaparabrisas", hecho ocurrido a plena luz del día y frente al mall de la ciudad. Se trata de un hecho delictual, pero que supera largamente lo puntual del caso.
Antofagasta enfrenta problemas de inseguridad, a pesar que los delitos van en caída, los que bien podrían explicarse en las incivilidades que se observan cotidianamente, situaciones donde se rompe la ley, no se guardan las formas, donde se pasan las líneas y no sólo por parte de quienes viven y trabajan en las calles.
El asunto parece más profundo y vinculado con el tipo de relación que algunos habitantes tienen con la ciudad y que las autoridades no parecen advertir.
Antofagasta, a ratos, es una ciudad donde el desorden es lo habitual.
Hace años, Carlos Tarragó, presidente de Corporación Proa, acusó que el centro de la ciudad era el "más feo, anárquico, inseguro y rasca de todos los centro de capitales regionales del país". Antonio Sánchez, presidente de la Cámara de Comercio de Antofagasta, añadió hace algunas semanas que "lamentable es constatar que (el centro) hoy no sólo no ha mejorado, sino está peor".
Situaciones como las de los "limpiaparabrisas" en las esquinas están lejos de ser las peores. La lista es larga en Antofagasta: gente ocupando y durmiendo en espacios públicos, automovilistas estacionando en cualquier parte, familias tomándose terrenos en playas y cerros, rayados, consumo de drogas y bebidas alcohólicas en la vía pública, incremento de vendedores ambulantes -incluso de comida-, ruido de cantantes y minicasinos, entre otros.
Antofagasta no se merece esto y las responsabilidades son compartidas; primero por las autoridades que toleran demasiados ilícitos, dando la impresión de relajo; y de nosotros, los privados, por no comportarnos según lo exige la vida en sociedad.
Es tiempo de un poco de compromiso con Antofagasta y un poco de orden, de hacer cumplir las leyes, de ordenar la ciudad a fin de hacerla atractiva y amena para la gran mayoría que ama esta tierra. El desorden actual está haciendo crisis por diferentes lados y es fatal en nuestras intenciones de retener y atraer talento.