Desafíos y problemas urbanos que enfrenta el nuevo Plan Regulador
USO DEL SUELO. Ciclo de charlas de 'El Mercurio' abordó cambios en herramienta clave para desarrollo de capital minera al 2030.
Hace 15 años fue realizada la última actualización del Plan Regulador de Antofagasta, herramienta vital para el desarrollo de una ciudad ya que determina el uso del suelo y áreas de expansión.
En estas dos últimas décadas, la capital regional cambió, no sólo por el aumento de su población, sino además porque este crecimiento implica pensar en una ciudad moderna, inteligente y sustentable.
Por ello ayer fue abordada la actualización del Plan Regulador que lleva adelante el municipio en el ciclo de charlas "Antofagasta en Transformación", que organiza 'El Mercurio de Antofagasta', con el auspicio de Engie, Inacal y Antofagasta Minerals.
En la jornada -que tuvo como objetivo informar en qué etapa está el nuevo plan, con el inicio de cabildos ciudadanos- expuso la alcaldesa Karen Rojo; el presidente de la Cámara de la Construcción-Antofagasta, Andrew Trench, y el director de Polis Arquitectura Urbana, Patricio Scheleff, firma que lleva adelante la actualización.
Sustentable
En su intervención, la alcaldesa Rojo aseguró que este plan cuenta con una inversión municipal de $400 millones, que permitirá tener un modelo de ciudad y "es la oportunidad para proponer los cambios urbanos para Antofagasta".
La jefa comunal detalló que será analizado un nuevo uso del suelo, permitiendo entre otros aspectos, tener una mayor cobertura comercial y residencial hacia el sector norte, incorporando áreas verdes, escuelas y recintos hospitalarios.
También aseguró que el plan incluye regular las zonas residenciales, industriales y evitar la contaminación de las empresas que están en el centro y otras áreas de la ciudad.
"Ahora es el momento de controlar a esas empresas, congelarlas o decidir una zona especial para que puedan instalarse", agregó Rojo.
Asimismo, manifestó que "es la oportunidad que tiene Antofagasta de ser una ciudad sustentable, que vuelva a ser la Perla del Norte, una perla que brille".
La transformación de la ciudad en los próximos años implica involucrar a todos los actores de su comunidad, dijo la alcaldesa.
En los primeros cabildos, la edil dijo que los antofagastinos están preocupados por la contaminación, basura y el transporte público.
El nuevo plan también incluye un gran parque costero metropolitano en el borde costero de toda la ciudad y rescatar sectores que no contribuyen a la calidad de vida en Antofagasta.
Segregación
El consultor Patricio Scheleff aseguró que este plan debería comenzar a tramitarse en sus aspectos técnicos una vez terminado los cabildos, que tendrán carácter de vinculantes.
Agregó que este trabajo es a largo plazo y considera 11 desafíos como definir una imagen de Antofagasta (si es una ciudad puerto, minera o turística); promover un sistema de transporte público metropolitano y recuperar el centro de la ciudad con su valor patrimonial e histórico.
Estos desafíos permitirán cambiar la cara de una ciudad que requiere de transformaciones urgentes, aunque el nuevo plan tiene como horizonte el 2030.
Scheleff comentó que estos cambios involucran conceptos clave para un desarrollo urbano inteligente, que sea sostenible e inclusivo, con la generación de varios polos de desarrollo en la ciudad.
Asimismo, el profesional precisó que otro concepto es la regeneración urbana, lo que representa "un proyecto integrador diferente a todo lo que han realizado hasta ahora en la ciudad".
En este aspecto, el arquitecto y presidente de la Cámara de la Construcción-Antofagasta, Andrew Trench, explicó que los problemas urbanos deben ser vistos como oportunidades, tomando como ejemplo lo que ocurre con el ferrocarril.
"Tenemos un gran desafío porque el ferrocarril tiene presencia en toda la ciudad y genera una herida, pero es un potencial para la regeneración urbana", detalló.
El directivo argumentó que la línea férrea actualmente segrega la ciudad y determina la calidad de vida urbana. "Hay que entender que la vivienda no es suficiente, la calidad de vida no está definida solamente por la vivienda, sino que además por todo su entorno", comentó.
Por lo anterior, dijo que el objetivo es garantizar la interacción de los habitantes con la ciudad. Y en esta misma línea afirmó que la necesidad de un transporte moderno es urgente. "La longitud de la ciudad puede ser vista como un problema, pero es una virtud".
Esto, porque según dijo, "al distribuir la población de Antofagasta en torno a una faja podríamos generar un sistema de transporte integrado, haciendo viable un sistema como un tranvía".
El Plan Regulador contempla tres etapas: evaluación ambiental; participación ciudadana que ya cumplió su primera fase con más de 400 participantes en los primeros 20 talleres; y el proceso técnico que es la integración de toda la información de los estudios.
millones de pesos es la inversión en el proyecto, que fueron aportados por 8.000 hectáreas involucra los cambios urbanos que generará el nuevo Plan Regulador de Antofagasta.
la municipalidad. 400