Conocido por el papel que interpretó en 1983 en la película de Francis Ford Coppola "La ley de la calle" y por el que llevó a cabo en la comedia de los hermanos Farrelly "Loco por Mary" (1998), Matt Dillon repasó ayer los hechos más importantes de su carrera en la conferencia de prensa que dio en Santiago.

El también director está en el país como invitado especial de la 13 versión del Santiago Festival Internacional de Cine (Sanfic), que se realiza por estos días.

Y aunque a sus 53 años es mundialmente conocido por su carrera de actor, contó que algo que realmente disfrutó fue dirigir. Labor que llevó a cabo por primera vez en 2002 en "La ciudad de los fantasmas", protagonizada por él mismo, junto a Stellan Skarsgård, Gérard Depardieu y James Caan, entre otros. "Es interesante porque yo diría que fue una gran experiencia dirigir. Alguien me dijo que es el mejor y peor trabajo del mundo (...) Debo decir que estoy muy orgulloso de esa película. ¿Es perfecta? No. Yo no buscaba la perfección porque estaba en un viaje. Me tomé el tiempo y no me dieron mucho apoyo al principio, pero era mi pasión y mi creencia", dijo.

"Me llegaron muchas ofertas después de eso, pero como actor y no como director. No me consideraron como tal y lo entiendo, hasta cierto punto", agregó Dillon, que pese a esto, contó se encuentra preparando un documental sobre un amigo músico cubano.

Quien además de Coppola ha trabajado para realizadores como Cameron Crowe y Gus Van Sant, también adelantó su próxima película, "The House that Jack Built", en la que actuó bajo la dirección de danés Lars von Trier. "Realmente me gustan sus películas. La mejor oportunidad que tiene uno al trabajar como actor es trabajar con un director que tiene voz de verdad. Eso es lo que buscan la mayoría de los actores, trabajar con directores que tienen algo que decir. Por eso entré de lleno a este proyecto", dijo.