Después de la formación de la Asamblea Constituyente en Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro ha seguido el camino a la consolidación de la dictadura, mientras la oposición ha perdido parte de su visibilidad internacional. En la práctica, la Asamblea Constituyente se ha transformado en un factor clave del ejercicio del poder de Maduro, que eliminó a la Asamblea Nacional, bastión democrático de la mayoría opositora. Adicionalmente, ha tomado una serie de decisiones en diversas áreas, graficado en el control de la oposición, la invención de delitos políticos con penas tremendas y amenazas de restricción aún mayor de la libertad de prensa. Todas esas iniciativas tienen algo en común: consolidan una dictadura totalitaria, que sigue el modelo cubano y pretende eliminar el riesgo de perder el poder mediante los mecanismos electorales propios de la democracia.
Ante esta realidad, cobra importancia el viaje de algunos dirigentes opositores a Europa: Julio Borges y Freddy Guevara, presidente y vicepresidente de la Asamblea Nacional. El 5 de septiembre se reunieron con el Presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, quien dijo que no reconoce a la Asamblea Constituyente, pide la liberación de los presos políticos y señala la necesidad de una salida pacífica y negociada, a través de elecciones democráticas.
Lo mismo puede decirse del gobernante francés Enmanuel Macron, quien -en palabras de Borges- "nos comunicó el apoyo total a la Asamblea Nacional, que tiene que ser el punto de encuentro y solución para los problemas del país".
El viernes pasado, en Chile, la Presidenta Michelle Bachelet recibió a Freddy Guevara y a la madre de Leopoldo López, Antonieta Mendoza. Tras la reunión, el canciller Heraldo Muñoz señaló: "Hemos reiterado la disposición de colaborar a un diálogo que sea fructífero y que logre el respeto de los DD.HH., el retorno de la democracia, el debido proceso, que se libere a los detenidos por razones políticas". La madre de López, secundada por el senador Patricio Walker, precisó en la misma línea: "Bachelet nos dijo que en ningún país pueden existir presos políticos en una democracia".
Es difícil predecir lo que sucederá en Venezuela. El panorama se ha ido oscureciendo y polarizando de una manera dramática. Es importante que diferentes autoridades del mundo democrático sigan mostrando su solidaridad intentando superar las barreras del régimen y de sus aliados. Veremos en qué termina esta historia: mientras tanto, vale la pena mantener viva la llama de la esperanza.
Alejandro San Francisco Reyes
Historiador e investigador de CEUSS