Cuando el Servicio Electoral (Servel) ya publicó los padrones electorales y las nóminas de inhabilitados definitivos en Chile y en el extranjero, para las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales, bien podemos decir que estamos en tierra derecha para el próximo 19 de noviembre.
En estos comicios, además de Presidente de la República, se elegirán 23 cupos al Senado, 155 en la Cámara de Diputados y 278 para los consejos regionales de todo el país. De acuerdo con el informe final, podrán sufragar 14.308.151 electores en Chile y otros 39.137 residentes en el exterior.
Así las cosas, el proceso tendrá, en nuestra región, tres cédulas electorales, que corresponderán a la elección de Presidente de la República, de diputados y consejeros regionales. En las regiones donde se designarán senadores, serán cuatro papeletas (lo que ocurre con las regiones impares, como Tarapacá, Atacama, Valparaíso, entre otras).
Los aspirantes tienen mucho que decir estos meses, a través de sus ideas y mensajes. Es necesario aspirar a objetivos de largo aliento, para que la ciudadanía haga una buena elección y no se arrepienta en corto plazo, considerando que un buen candidato no es aquél que promete cuestiones imposibles, o que critica todo y no propone nada. Todos esperamos que se impongan por la fuerza de las ideas, el respeto y proyectos sólidos.
Estos líderes deben exponer soluciones a los problemas que agobian a la gente, más que entrar en discusiones sin sentido y que, en algunos casos, dejan en mal pie a sus protagonistas. Es preciso entender que especialmente durante esta campaña hay que cuidar nuestra democracia, por medio de un diálogo que enriquezca a la república y aleje los siempre peligrosos cantos populistas.
Éste es uno de los tantos desafíos que deberán enfrentar quienes aspiran a transformarse en nuestras próximas autoridades y nuestros representantes.
Al tiempo, es clave que el electorado se informe, lea, estudie las propuestas para tener opinión. Eso también es exigible en una democracia.