Jonathan Villella

Es el juez más longevo de Antofagasta. De la época donde los partidos se arbitraban con pantalones de jeans y una polera cualquiera, allá por el '62. Donde lo realmente importante era tener a los 11 por lado y mojar la camiseta.

A sus 77 años, y todavía vigente en la profesión, David Flores Meneses es un hombre que con sus casi 60 años en el mundo del fútbol, ha visto de todo. Ha vivido buenos y malos momentos dentro de la cancha. Ha acompañado a Club de Deportes Antofagasta desde el tiempo cuando era Antofagasta Portuario, y ha sufrido las críticas de los hinchas enardecidos que pese a justificarse la falta, han cuestionado su juicio y autoridad.

No obstante, este riguroso apasionado de las normas de juego, no cambiaría ninguna de sus experiencias. Todas -dice- lo han llevado a ser el buen profesional que es hoy, implacable. Todo con tal de asegurar que el fútbol sea un juego limpio, donde gane el equipo con mejor competencia.

¿Por qué quiso formarse cómo árbitro?

-Siempre me gustó el fútbol, desde niño cuando jugábamos en algunos torneos de barrio que se hacían por esos años (1955, aproximadamente). La verdad es que para la pelota era medio maluenda, pero me gustaba mucho verlo. Después cuando entramos a la Asociación de Fútbol Amateur con el Club Deportivo Caupolicán, se estilaba de que quienes iban a ver los partidos, podían arbitrar cuando faltaba alguno de los jueces. Era cosa de que te vieran motivado y despierto. Así fue como empecé.

Posteriormente ya con el curso para árbitro que se realizó a nivel de AFA, aprobado, estuve dos años con las ligas infantiles. Eso hasta que llegó el día en que el árbitro que estaba por el club, de nombre José Flores se retiró después de un año, por lo que yo pasé a ser el referí del club. Después Osvaldo Codoceo y el "Choro" Moya, me llevaron a ser asistente en el juego de Antofagasta Portuario contra Tiro y Esgrima, de Argentina. Ese fue el primer partido adulto que arbitré.

¿Cuál ha sido el partido más importante que le ha tocado?

-Mucho después de mi primera experiencia como asistente, ya por el año 1978 o 1979. Se celebró el Centenario de Antofagasta. Yo ya había pasado por Primera División, por lo que me llamaron para arbitrar este juego. Fue una celebración única en el Estadio Regional antiguo; se celebró la coronación de la reina, la mejor cantante de las poblaciones y de fondo, el partido de AP frente a Deportes Iquique, para poner la guinda a la torta.

¿Y algún partido que recuerde polémico debido a alguna decisión arbitral que haya tenido que tomar?

-Sí, unos años antes. En el '76 cuando vino a jugar, la Naranja Mecánica (Cobreloa). Me tocó ejercer en el medio. En ese partido, recuerdo, estaba en el arco Eduardo Fournier, atrás estaba Eddio Inostroza, Pancho Ugarte y el "Colún" Soto. Y fue entonces, promediado el primer tiempo, cuando el señor Ugarte me reclama una falta que dice que había sido equivocación mía y me escupe en la cara. Entonces, cuento corto, manos al bolsillo y la muestro la cartulina roja.

Hasta el presidente de Club Regional Antofagasta en ese tiempo, el señor Estopa, me pide que por el espectáculo no eche a Ugarte, pero para mí el había cometido dos faltas y merecía irse del campo de juego. Yo le dije al presidente de a Asociación de Árbitros que si me obligaban a dejarlo entrar nuevamente a la cancha, yo me iba, así que no lo permitieron. En el segundo tiempo Cobreloa entró con 10, situación que no los afectó mucho, ya que igual ganaron por la cuenta mínima.

¿Resulta muy complejo interpretar las normas arbitrales?

-No es algo sencillo. Los árbitros sólo tienen que aplicar 17 reglas. Y es ahí cuando llega la discusión y los puntos de vista que a a veces son contrarios a los hinchas, porque a nosotros nos preparan para interpretar esas reglas, y eso complica porque cada criterio es diferente. Pero como árbitros y profesionales, intentamos hacer la mejor interpretación de lo que esas reglas quieren decir.

¿A favor o en contra del VAR?

-La verdad es que si bien a veces ayuda, como a veces no, yo soy contrario a la idea del VAR, pero por una cuestión de que le quita lo bonito al fútbol. La pasión, la lucha de hombre contra hombre disputando el balón, porque para aclarar la jugada hay que esperar y eso enfría los ánimos y se pierde un poco la chispa de competencia. Además desde la perspectiva de un hincha, también enfría esa pasión al momento de un cobro, esos gritos de árbitro tal por cual, que yo entiendo, son parte del fútbol.

Hay que tener piel gruesa para aguantar todo eso... ¿Esa puede ser la parte más ingrata del trabajo como juez?

-Sí, pero entiendes que los gritos, pifias y los tales por cuales, son parte de la pasión. Yo lo entiendo, también grité, también soy hincha. Si supieras la gran cantidad de obscenidades y disparates que me han gritado en estos casi 60 años, y si cada uno de ellos valiera un peso, sería más rico que el multimillonario Donald Trump.

¿Qué le aconsejaría a los más jóvenes que se inician en la profesión de jueces arbitrales?

-Yo insto a las personas que buscan convertirse en árbitros, a que estudien las reglas y a que las interpreten correctamente. A que se asesoren con los árbitros más antiguos ante una jugada dudosa, y que cuando crean que algo debe cobrarse, que lo hagan.

"Si supieran la gran cantidad de obscenidades y disparates que me han gritado en estos 60 años"."