"No escribo más novelas policiales. Lo pasé bien, pero son un cacho"
Hace una semana, el escritor antofagastino Hernán Rivera Letelier publicó su tercer libro con el que culmina la trilogía policial que inició en 2015.
"La muerte es una vieja historia" comienza con un horrible crimen de violación cometido en el cementerio de Antofagasta, por lo que el "Tira" Gutiérrez y su asistente -la hermana Tegualda (joven evangélica de 22 años)- son contratados para resolver el caso.
Así inicia esta historia, con una amistad entre ambos personajes, que luego se convierte en un insólito y prohibido romance, que en esta tercera parte -"La muerte desnuda en La Habana"- se trasladará a Cuba a resolver un nuevo caso.
En esta tercera parte, la historia se traslada al extranjero, ¿Cómo transcurre?
-Se me ocurrió llevar al "Tira" y a la hermana a investigar un caso en La Habana, resulta que un hombre muy rico de Antofagasta, tiene un hijo que se va a estudiar cine a este lugar, y de un día a otro desaparece, sin embargo, cuando lo va a buscar, la policía le dice que están buscando a su hijo como sospechoso de asesinato, entonces el padre contrata al detective para encontrar a su hijo, vivo o muerto.
La historia tiene dos personajes principales bastante peculiares (la hermana y el "Tira") ¿son ficticios o reales?
-En todas mis novelas lo que yo hago es una mezcla entre realidad y ficción, todas parten desde un hecho real o de personas reales, las transfiguro y las convierto en novela. Entonces los personajes se van armando con retazos de personas reales.
¿Por qué escogió como último escenario La Habana?
-En estos últimos años he ido muchas veces a La Habana, creo que más de siete. La verdad es que sólo se me ocurrió. Pudo haber sido París o Roma, que las conozco también pero me gusta mucho el pueblo cubano, la gente es muy linda, muy abierta , muy franca, pienso que es la gente más feliz del mundo, a pesar de sus situación política, ellos sonríen, bailan y cantan.
¿Cómo pasó de escribir novelas inspiradas en la pampa, cuentos y poesía a escribir una novela policial?
-Ni yo mismo lo sé, yo no busco los temas, los temas me buscan a mí. De pronto una mañana estaba sentado en el café y llegó una amiga que venía de los tribunales, andaba con unos papeles que era de un juicio que le estaban haciendo a un violador en Antofagasta, en los papeles venían los testimonios del violador y de dos víctimas y ahí saltó la idea de hacer una novela policial.
¿Cómo fue la experiencia con este tipo de novela?
-No, ya las policiales nunca más, la pasé muy bien escribiéndolas, pero son un cacho. Tiene que enlazar con todo, no puede quedar ningún eslabón suelto y tienes que aferrarte mucho a cierta estructura, y lo que a mí me gusta es la libertad absoluta, escribir y hacer lo que yo quiera, inventar, imaginar, exagerar, minimizar.
¿Siempre tuvo claro crear una trilogía?
-Yo pensé que iba a ser una sola, pero cuando iba en la mitad de la novela se me ocurrió la segunda, dije bueno si voy a hacer dos, mejor hago tres y hago una trilogía, y así fue. Yo soy anti horarios, y anti rituales, entonces no me programo para escribir, escribo todos los días y a cualquier hora.
¿Tiene pensado o está planeando cual será su próxima obra?
-No sólo tengo pensado, ya tengo escritas dos novelas que están inéditas, estoy trabajando y puliendo algunos detalles, pero una de ellas está para publicarse el próximo año, la otra no sé cuando, pero aún no te puedo contar de qué tratan.
"En estos últimos años he ido mucho a La Habana, más de siete veces y me gusta mucho, por eso quise trasladar al Tira Gutiérrez y a la hermana hacia allá". "Lo que yo hago es una mezcla entre realidad y ficción. Todas mis novelas parten desde un hecho o personajes reales, los transfiguro y las convierto en novela"."