Andrew Garfield y el debut de Andy Serkis tras las cámaras: "Amo cuando el director es actor"
CINE. El estadounidense protagoniza "Una razón para vivir", una historia real que llega a las salas de Chile el 2 de noviembre.
Desde que se hizo mundialmente conocido como Spiderman en las películas de Marvel de 2012 y 2014 de ese superhéroe, Andrew Garfield se ha dedicado a dar un giro dramático a su carrera. Primero encarnó a un soldado en la Segunda Guerra Mundial en "Hacksaw Ridge", de Mel Gibson, y luego fue un sacerdote jesuita en "Silence", de Martin Scorsese, ambas estrenadas el año pasado.
Esta vez se puso bajo las órdenes de un debutante en la dirección en "Una razón para vivir", un drama puro y duro a cargo de Andy Serkis, el británico que ha hecho una carrera en la actuación con la técnica de captura de movimiento (CGI). Con ella interpretó a Gollum en "El Señor de los Anillos" y "El hobbit", al simio César en la trilogía de "El Planeta de los Simios" y al Líder Supremo Snoke en "Star Wars: El Despertar de la Fuerza".
Una historia real
Así, Serkis debutó en la dirección con esta película que se estrenó en el Festival de Toronto, en septiembre pasado, y que es un drama biográfico basado en la historia real del británico Robin Cavendish, a quien Garfield interpreta en la cinta que llega el próximo jueves 2 de noviembre a las salas de cine nacionales.
Cavendish fue diagnosticado con polio a los 28 años, en 1958, y pese a que entonces se le pronosticaron sólo tres meses de vida, durante los 64 años siguientes se convirtió en un activista en favor de las personas discapacitadas, pionero en esa causa, y en una de las personas que más tiempo ha sobrevivido conectado a un respirador artificial.
Durante todos sus años como activista, fue acompañado por su esposa, Diana Blacker, con quien se casó un año antes de ser diagnosticado y junto a la que tuvo un solo hijo, Jonathan Cavendish.
Esa historia de amor incondicional es el centro de "Una Razón Para Vivir", que Garfield protagoniza junto a la británica Claire Foy, ganadora de un Globo de Oro por su papel de la Reina Isabel II en la serie de Netflix "The Crown", que en la cinta encarna a Diana.
Una pausa al teatro
"Al leer el guión me sentí completamente devastado y conmovido y pensé que 'si ellos quieren que haga este papel, lo haré'. Creo que eso suele pasar especialmente con los guiones de películas y éste está tan hermoso y poéticamente ejecutado, de una manera tan pura, que te hace enamorar de cada personaje", comentó Garfield.
Hasta este papel, el actor, de 34 años, no había tomado más proyecto cinematográficos este año y había estado dedicado a una nueva versión de la obra de teatro "Angels in America", que se estrenó en el The National Theater de Londres y que llegará a Broadway, el más importante circuito teatral en Estados Unidos, el próximo año.
Pero pese a estar dedicado al personaje de Prior Walter -un hombre gay con SIDA- Garfield asegura que se enamoró del guión de "Una razón para vivir" y que, tras leerlo, tuvo la oportunidad de conocer al hijo de Cavendish, Jonathan, quien fue productor de la película.
"Y la magia siguió creciendo", contó de ese encuentro, "porque pude sentir la devoción que tiene por sus padres y por su historia. El hecho de que considerara que yo era la persona correcta para interpretar a su padre fue realmente conmovedor".
"Contar con la presencia de Jonathan en el set fue realmente especial, especialmente cuando filmábamos escenas de la vida de sus padres y de él", agregó.
Sobre la experiencia con un director debutante como Andy Serkis, quien además comparte el oficio de actor con él, comentó: "Amo cuando el director es también actor porque comprenden la complejidad del proceso de actuación, que usualmente no ocurre con los que son solamente directores. Así que eso fue magnífico".
Interpretar el papel de una persona que pasó inmovilizada la mayor parte de su vida implicó una compenetración especial con su coprotagonista, Claire Foy.
"Lo más interesante fue que Diana (Foy) se convirtió en mi cuerpo, en mi forma de moverme en el mundo. La manera de Robin, mi personaje, de conocerlo fue a través de su esposa. Esa dependencia, especialmente para un hombre que le gusta estar a cargo y tener el control de prácticamente todo, resulta un gran golpe al ego", contó.