El gran legado histórico, presente y futuro del hospital de Antofagasta
SOCIEDAD. Médicos relatan cómo funcionaba el antiguo recinto asistencial y destacan el importante rol que jugó en tragedias como el aluvión o los terremotos que afectaron a la capital regional.
Emplazado en calle Matta, frente al Cementerio General, comenzó la historia del Hospital del Salvador, el primer recinto de salud de Antofagasta construido en 1872. La carencia de centros hospitalarios, la lejanía respecto a otros centros urbanos, el hacinamiento y la aparición de un brote epidémico de viruela generaron la necesidad de construir un hospital.
En sus inicios el precario centro asistencial sólo contaba con algunas barracas de madera y no proporcionaba tratamientos complejos a los enfermos. Su edificación, al igual que su mantención durante algunos años, fue financiada con recursos provenientes de la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta, la municipalidad y el gobierno boliviano.
En la práctica, el hospital además de tratar enfermos funcionaba como albergue acogiendo a quienes carecían de recursos.
La incorporación de Antofagasta y Tarapacá al territorio chileno aumentó la población producto de las migraciones hacia las oficinas salitreras. Ello hizo al recinto estrecho, por lo que fue necesario reformarlo y ampliar sus instalaciones.
Con este fin, en 1905 el Presidente de aquella época, Germán Riesco, autorizó al intendente, a la Junta de Beneficencia y al vicario Luis Silva Lezaeta, a adquirir un terreno para levantar un nuevo edificio en la intersección de la Avenida Argentina y la calle 21 de mayo. Lugar que aún conserva su fachada original.
"Yo como estudiante de medicina conocí el Hospital del Salvador. Estamos hablando del año 1959 al 1963. En mi último año de la escuela de medicina tuve que hacer una estadía de un mes y justamente me tocó este hospital. Ese recinto fue construido gracias al gran empuje del obispo Luis Silva Lazaeta. Él tenía un familiar que era arquitecto y que construyó el Hospital del Salvador de Santiago. Si uno se fija en la entrada del Hospital del Salvador de Antofagasta y lo compara con el de Santiago, son exactamente iguales", explicó el doctor Aliro Bolados.
Pacientes
Según comenta el facultativo el Hospital del Salvador fue concebido como un establecimiento en que el paciente recibía reposo, comida y auxilios religiosos más que cuidados médicos.
De hecho, monseñor Silva Lezaeta, realizó un viaje a Oruro, Bolivia, y tuvo la oportunidad de conocer a las Hijas de Santa Ana, que atendían el hospital de aquella ciudad. En esa ocasión concibió la idea de pedir a la Superiora General Sor Ana Rosa Gattorno, la posibilidad de tener las mismas hermanas para el hospital de Antofagasta.
"Ese hospital contaba con salas y cada una de ellas tenía 36 camas. Eran verdaderos galpones. El doctor comenzaba a hacer visita muy temprano y terminaba muy tarde por la gran cantidad de pacientes", relata Bolados.
El auge de la actividad minera en la segunda mitad del siglo XX, provocó una nueva oleada migratoria que hizo imprescindible el reemplazo del antiguo sanatorio y la edificación nuevamente de un recinto asistencial más amplio.
El proyecto hospitalario partió en la presidencia de Carlos Ibáñez del Campo, inició sus obras bajo el mandato de Jorge Alessandri Rodríguez, y se inauguró en 1966 durante la administración de Eduardo Frei Montalva: recibió el nombre de Hospital Regional de Antofagasta "Dr. Leonardo Guzmán", en homenaje al médico cirujano antofagastino.
Durante más de 50 años el antiguo Hospital Regional fue el centro de salud más importante de la macro zona norte, desde Arica a Copiapó.
Sin embargo, desde hace varios años el principal recinto asistencial arrastra una serie de deficiencias en infraestructura lo que motivó la necesidad de contar con un nuevo hospital acorde al crecimiento demográfico y a la alta demanda de atención por parte de la comunidad.
Catástrofes
En su historia el sanatorio fue testigo protagonista de dos terribles hechos naturales que azotaron a la ciudad: el aluvión de 1991 y el terremoto de 1995.
"Con el aluvión el hospital no sufrió grandes daños. Recuerdo que en esa oportunidad muchos funcionarios del hospital cuando empezaron a saber que habían muchas personas fallecidas, se concentraron en venir al hospital a ver que estaba sucediendo para comenzar con las labores de atención. Eso es algo que está muy arraigado en la cultura del hospitalario", apuntó el doctor Hugo Benítez, quien llegó a trabajar al recinto asistencial en 1987 hasta el día de hoy.
El especialista agrega que en aquella oportunidad la escena pos aluvión era estremecedora. "La imagen que yo tengo de aquella catástrofe es ver en la unidad de patología una alfombra de cadáveres cubiertos de barro. Eran cerca de 88 personas fallecidas. Era una cosa dantesca", recordó el facultativo.
Proyecto universitario
Tras la inauguración del nuevo Hospital Regional de Antofagasta, las dependencias del ahora antiguo sanatorio será el futuro Hospital Clínico de la Universidad de Antofagasta, que entrará en operaciones en marzo de 2018. El recinto universitario pondrá en funcionamiento los policlínicos (unidades ambulatorias), para gradualmente implementar el resto de las unidades que requiere un hospital de mediana complejidad. Por su parte, el rector de la UA, Luis Alberto Loyola, en su visita el centro asistencial destacó que se observó de mejor manera los espacios y el equipamiento que estará disponible para el hospital universitario a contar de marzo del próximo año. "Este es un proyecto muy anhelado por nuestra universidad, y por eso nos preparamos con mucha anticipación, de hecho, el próximo año comenzaremos a dictar dos nuevas especialidades médicas, como son Imagenología y Ginecología, posteriormente vendrán Medicina Interna y Cirugía", señaló la autoridad. En diciembre de este año, comenzará la adecuación arquitectónica de este antiguo recinto médico, para que en marzo de 2018, comience a funcionar el Hospital Clínico de la Universidad de Antofagasta.
36 camas para pacientes tenía cada sala del Hospital del Salvador -ubicado en Av. Argentina esquina 21 de Mayo-, las que eran visitadas diariamente por un médico, contó el doctor Aliro Bolados.
US$300 millones fue la inversión que requirió la construcción y equipamiento del Nuevo Hospital de Antofagasta, que esta semana abrió sus puertas a la comunidad.
16 pabellones quirúrgicos, seis salas de parto integral, 30 puestos de diálisis y 671 camas, entre otras áreas y unidades, cuenta el nuevo hospital.