Francisco Daniels Rojas, uno de los impulsores del tranvía en la ciudad y presidente de la Asociación Pablo Neruda Siglo XXI, es antofagastino y desde que vive en Francia no se ha perdido ninguna elección presidencial.

"Es el único motivo que tengo para venir a Chile. Pero con este tema del voto en el extranjero, ya se me acabaron las excusas para venir", cuenta mientras muestra un pequeño zapato de bebé. "Este es mi amuleto, porque me recuerda a mi nieta. Me lo encontré en un paradero de la ciudad donde vive y lo llevo a todas partes", dice.

Para Daniels, venir a esta ciudad no es fácil. Su relación con Antofagasta -cuenta- es intensa emocionalmente. No sólo por su vínculo de nacimiento, sino también por las situaciones que tuvo que vivir en la ciudad.

En 1975 tuvo que emigrar a Francia después de haber estado dos años preso. "Me condenaron a extrañamiento. Eran ocho años y me dejaron doce. Todo esto por una razón política", agrega.

Francisco Daniels era vicepresidente del Liceo de Hombres y tuvo un activa participación política en contra de dictadura militar.

"Fui detenido en el liceo. Me fueron a buscar policías civiles y militares. Nosotros éramos dirigentes", precisa.

Fue un periodo difícil...

-Sí. De sudor y lágrimas. Lo que yo pasé me causó mucho daño y me formó como persona también. Con cosas buenas y malas. Pero llegué a un país precioso (Francia).

Imagino que había barreras importantes, como el idioma...

-Era nulo en francés. Tenía muy malas notas, pero tuve que empezar a relacionarme rápidamente, entonces me vi en la obligación de aprender francés. Ya a principios de 1976 hablaba muy bien.

Usted siempre ha estado en contacto con Antofagasta. De hecho, gestionó una capacitación en Francia para funcionarios municipales de la ciudad.

-Sí, eso fue bajo el mandato de la exalcaldesa Marcela Hernando. Ahí se trataron los temas del tranvía por ejemplo. También hablamos sobre los desechos orgánicos y el futuro relleno sanitario Chaqueta Blanca.

Ese seminario fue investigado por Contraloría...

-Esta es una ciudad rara. Todo el mundo cuestiona, sobre todo si fuiste un dirigente político. Claro, cuestionaron sus viajes, pero te puedo decir que Marcela Hernando en muchas oportunidades se costeó ella misma los pasajes. No es que la esté defendiendo, estoy diciendo la verdad.

Además, en el conjunto de viajes relacionados con la pasantía de julio de 2010 en Besanzón, Francia, el 97% de los gastos los pagamos nosotros y la municipalidad de Besanzón. En ese entonces el municipio de Antofagasta consiguió casi US$850 mil dólares para los estudios del tranvía. Sin embargo, en esta ciudad hay gente muy mala leche, hay gente hermosa, pero también personas de mala fe.

Apoyo

Al ser uno de los impulsores del tranvía en Antofagasta ¿qué le parece que cinco presidenciables hayan planteado la posibilidad de implementar uno en la ciudad?

-Es muy bueno que esto suceda, porque las personas que han estado en esto desde el principio han trabajado mucho para crear un acuerdo transversal. He hablado con muchas personas con buena fe y voluntad para que este tema se ponga en pie. Yo creo que el ahora excandidato Ricardo Lagos fue el que tomó más en serio este tema.

¿Nota un mejor ambiente al que existía en 2008 entonces?

-Sí. Estoy muy satisfecho con eso porque en un tiempo más este cambio será irreversible. El transporte público tiene que llegar a una etapa superior. Pero esto es una decisión política. Ojalá que en lo que queda de este gobierno se pueda hacer algo.

¿Se ha reunido con autoridades para hablar de este tema?

-Sí. Yo creo que hay voluntad política de llevar este proyecto adelante. En La Serena y Coquimbo, Las Condes, hay tranvía. Yo voy a proponer que una comisión política y de expertos pueda ir a Francia antes de marzo para hablar con el gobierno y con las regiones que estén interesadas en ayudarnos. No existe un mejor lugar en el mundo para hacer un tranvía que Antofagasta, por su geografía.

¿Por la forma?

-Es que yo soy antofagastino y si tú construyes casas de La Chimba hacia el aeropuerto, la Bonilla en unos años será el centro de Antofagasta.

Si quieres crear un nuevo urbanismo, debes llevar el transporte primero. Aquí es todo al revés primero se construyen las casas, donde no hay transporte, donde no hay hospitales ni comisarías. Hay que organizar y planificar la ciudad de acuerdo a sus necesidades reales. Aquí hay mucho desorden urbanístico y eso tiene un costo terrible. Tarde o temprano el ferrocarril se irá a Mejillones, el puerto se va a ir también en algún momento porque no pueden seguir dividiendo la ciudad.

Usted trabaja con una empresa francesa ¿no?

-A mí hay algo que me molestó mucho. Dijeron que hago lobby por las empresas francesas, pero no es así. Lo que hemos hecho nosotros es proponer soluciones técnicas adaptadas a esta ciudad.