Claudia Ulloa, una peruana en el polo
La autora de "Pajarito" recorrió 13 mil kilómetros desde Noruega y ya está en Chile para una actividad en Filsa y una visita a Puerto Montt.
De sus 38 años de vida, Claudia Ulloa ha pasado los últimos 17 en diferentes países de Europa. Entre diversos trabajos, estudió Filología en España y Sociología en Noruega. Ulloa comenzó a escribir en la adolescencia y en 1996 ganó un concurso de cuentos, al que le siguieron otros premios en 1998 y 2003, también por relatos breves, la forma narrativa que más le acomoda. Dentro de sus publicaciones está el libro "El pez que aprendió a caminar", "Pajarito" y "Séptima madrugada", basado en el blog homónimo que tenía.
En sus cuentos circulan mujeres. Una trabaja en un aserradero cortando fragantes listones de pino mientras piensa en escribir. Otra intenta manener la calma en una entrevista laboral. Lleva un pajarito que agoniza en el bolsillo de su abrigo, mientras le afirma a su evaluador que es buena para cargar con vidas ajenas. Otra vacaciona dentro de la panza de su gato.
También hay hombres: un exitoso escritor que colecciona tornillos, un enfermero que sueña que huye sobre caballos de dos cabezas y otro tipo que cuando escucha la lluvia siente voces que lo llaman.
Publicado en Chile por Libros del Laurel, "Pajarito" (2015) agrupa cuentos de comienzos del 2000, fragmentos de su blog y textos sueltos que fueron dispuestos bajo diferentes subtítulos por la editora Andrea Palet.
Ulloa está invitada a la Feria del Libro de Santiago y hoy estará en Puerto Montt. Recorrió casi trece mil kolómetros en avión, porque hace casi diez años vive en Noruega, en una ciudad llamada Bodø, al norte del círculo polar ártico y con una temperatura media de 4,5 grados Celsius.
-¿Cómo es tu vida en Noruega?
-Bastante rutinaria. Vivo con Kokorito, mi gato, y varias plantas.
-¿Cómo es Bodø en esta época?
-Lo más bonito de esta época son los colores del cielo, a veces aparecen auroras. Ayer cayó la primera nevada.
-¿Cómo son las noches blancas?
-Empiezan a partir de mayo-junio. El sol no se pone y en junio es cuando se puede apreciar el sol de medianoche. Hay luz las veinticuatro horas.
-¿Cómo es la forma de vida escandinava?
-Depende de si estás en una ciudad o en el campo. Creo que en general, salvo el clima y la luz, que afecta muchas cosas, como los tiempos que dedica uno a ciertas actividades, estas actividades son las mismas que en cualquier otro lado.
-¿En qué nos parecemos los sudamericanos a los escandinavos?
-En las ganas que le ponemos cada vez que bailamos.
-¿Qué has adoptado de ellos sin querer y qué, queriéndolo?
-Mi capacidad para adaptarme al clima, y queriendo, a pesar del estereotipo del escandinavo frío y distante, son personas muy solidarias y les importa el vivir comunidad, aunque no se saluden por la calle.
-¿Has escrito ficción en noruego?
-Un relato corto que no se publicó.
¿Qué echas de menos de Noruega cuando sales de allí?
-El silencio y el agua de la llave que sabe mejor a cualquier agua embotellada.
-¿Volverás al Perú algún día?
-No me planteo el futuro más allá de un semestre, así que algún día, quién sabe.
-¿Cómo era Lima en los ochenta?
-Ante mis ojos de niña, yo la veía hermosa. Era gris, caótica, sucia, se vivía bajo mucha tensión, eran tiempos de crisis, pero al no saber bien qué estaba pasando mis mejores recuerdos son de esa época.
-¿Dónde fuiste feliz en los noventa?
-Al contrario de mi niñez de los ochenta, en los noventa no fui muy feliz. Era bastante feliz en mi habitación, creo. Quizás también fui feliz en una piscina, cuando aprendí a nadar a los catorce años y luego pude entrar al mar.
-¿Qué recuerdas de tu paso por el mundo de la hotelería?
-Trabajé por casi dos años en un restaurante italiano en España. Salvo los dueños y el encargado de pizzería, la mayoría éramos inmigrantes latinoamericanos. Fue un trabajo duro, pero probablemente uno de los trabajos donde más he reído.
-¿Por qué estudiaste Sociología?
-Mi primera motivación fue la curiosidad, me interesó la materia.
-¿Te tienta escribir una novela?
-Me da la impresión de que es obligatorio.
-¿A qué poetas o escritores vuelves una y otra vez?
-César Vallejo, Julio Ramón Ribeiro y Federico García Lorca.
-¿Te acuerdas de qué iban los cuentos que escribiste y por los que te premiaron en Perú?
-Uno se trataba de darle el final a un cuento sobre una fiesta de quinceañera, el otro era el paseo de una muchacha recorriendo su barrio en busca de un cigarro y otro era sobre un hombre que descubrió que las fotografías de su ex pareja habían empezado a sangrar.
-¿Cómo eran los días del blog?
-Me entretenía mucho y me acompañaba mucho el estar ahí escribiendo.
-¿Qué piensas sobre la desaparición del mundo bloguero, habrá sido Facebook el que lo mató?
-Creo que no han desaparecido, sino que se han vuelto temáticos, me da la impresión de que antes uno abría un blog sin saber sobre qué iba a escribir y lo iba descubriendo en el camino y, bueno, Facebook está matando todo, no me sorprendería que haya matado al blog también.
-¿Conservas amigos virtuales?
-Sí, un par, aunque no tengamos demasiado contacto ahora, llegué a conocer en persona a mucha gente que escribía blogs en Perú.
-¿Estás escribiendo algo con miras a publicarlo?
-Sí, es una historia sobre un perro, pero también pasan otras cosas, como un funeral.
-Fuiste escogida en la lista Bogotá 39. ¿Cómo recibes esos reconocimientos?
-Con agradecimiento, pero sobre todo con pasmo y perplejidad. Me abrumó un poco esto en inicio cuando fue noticia.
claudia ulloa vive en noruega, en un lugar donde la temperatura promedio es de 4,5 grados.
Por Amelia Carvallo
"Era bastante feliz en mi habitación, creo. Quizás también fui feliz en una piscina, cuando aprendí a nadar a los catorce años y luego pude entrar al mar".
claudia ulloa