Matías Jullian Velásquez

Santiago Wanderers dio la sorpresa y derrotó contundentemente a Universidad de Chile por 3-1 en la final de la Copa Chile, disputada ayer en el Estadio Ester Roa Rebolledo de Concepción. El equipo de Valparaíso, que en el Torneo de Transición lucha por no descender, superó con claridad al cuadro de Guillermo Hoyos y se quedó con este título por tercera vez en sus 125 años de historia.

Desde el inicio se vio a los dos equipos con la intención de salir a buscar el partido. Así, no iban ni cinco minutos cuando Johnny Herrera ya había tapado un fuerte remate de Luis Pavez y la defensa caturra ya mostraba problemas para contener al tridente azul de ataque compuesto por Mauricio Pinilla, Nicolás Guerra y Jonathan Zacaría.

El puntero argentino, quien fue la principal figura de la U en el primer tiempo, intentó con un par de tiros de media distancia, pero siempre encontró la buena respuesta del arquero Gabriel Castellón.

Tras estos primeros intercambios, fue Wanderers el equipo que se hizo con el control de las acciones y empezó a empujar cada vez más por la apertura del marcador.

A esto hay que sumarle que, a los 25 minutos, Pinilla tuvo que ser reemplazado por un problema muscular en su pierna izquierda. En su lugar ingresó Isaac Díaz.

Tras esto, a los 33', llegó el primer tanto de los porteños. Un combinación entre César Cortés y Enzo Gutiérrez, ambos con pasado en la U, permitió a este último sacar un fuerte zurdazo que Herrera no pudo contener, decretando el 1-0.

Segunda etapa

Hoyos se la jugó en el segundo tiempo con el ingreso de David Pizarro en lugar de Rafael Caroca. Sin embargo, un error en la salida de los azules permitió a Wanderers encontrar rápidamente el segundo tanto.

Matías Rodríguez perdió inocentemente una pelota en su propio sector y permitió a un jugador porteño rematar con mucha libertad. Herrera logró tapar el disparo pero en el rebote apareció Jean Paul Pineda para aumentar la ventaja.

Con el segundo tanto de los caturros, el partido cayó en una laguna de la que recién salió a los 70', cuando un rápido contragolpe wanderino obligó a Gonzalo Jara a bajar a Pavez en el área de los azules. Eduardo Gamboa cobró el penal y Gutiérrez logró su doblete con un zurdazo cruzado.

120 segundos más tarde, eso sí, los azules lograron descontar a través de Pizarro, con lo que los últimos minutos crecieron en emoción y expectación.

Y lo tuvo la U. Primero Rodríguez con un cabezazo que se fue alto, y después Díaz con una llamativa acrobacia que se colaba en el ángulo superior izquierdo de Castellón pero que alcanzó a interceptar Ezequiel Luna, el capitán de Wanderers.

Finalmente, tras siete minutos de descuento, Gamboa decretó el final, desatando los lamentos de los universitarios y las apasionadas celebraciones de los porteños.

Entrar en la historia

Tras el pitazo final, Luna, evidentemente conmovido, señaló que "me toca vivir esto que es maravilloso. Cualquier jugador quisiera estar hoy en este lugar. En Valparaíso la gente no la pasa bien, hay gente muy sufrida, de mucho trabajo. Representarlos es un privilegio y más siendo capitán".