"Parece que Piñera a esta altura está tan confundido que no sabe en qué país vive".
Alejandro Guillier — Candidato presidencial del bloque Fuerza de la Mayoría
"Yo por lo menos no me comprometí a nada que no podía cumplir".
Michelle Bachelet
Presidenta enfatizando mensaje en medio de presidenciales
Tras los resultados de las elecciones, la clasificadora de riesgos Moody's sacó sus conclusiones, y bastante categóricas. La empresa apreció que "los resultados sugieren que la segunda vuelta está apretada como para apostar".
Más allá de la ligera broma, hay un punto en que la firma tiene razón: Lo más probable es que quien sea el próximo presidente, carecerá de un mandato fuerte para impulsar una agenda agresiva.
Sea Sebastián Piñera o Alejandro Guillier, la próxima administración enfrentará dificultades serias, por razones económicas, pero especialmente de división y demanda política.
En efecto, respecto a las perspectivas económicas, el informe de la agencia indica que "la probabilidad de que el nuevo presidente carezca de un mandato sólido puede complicar su capacidad para abordar estos desafíos de manera decisiva".
Pese a esto, se apunta que sí están las condiciones para mejorar las expectativas, una materia que está al debe. Debe recordarse que Chile ha registrado desempeños mediocres en los últimos años, con crecimientos del PIB muy por debajo del potencial existente: en 2014 la expansión llegó al 1,9%; en 2015 al 2,3%; en 2016 al 1,6% y se estima que este ejercicio terminará en torno al 1,5%.
Moodys también aludió a la necesidad de "estabilizar la tendencia de la deuda en los próximos dos o tres años". La situación no es menor. El país enfrenta una situación, a lo menos delicada, considerando que la deuda fiscal supera los US$61.500 millones y sumaría otros US$9.500 millones el próximo año, según el proyecto de Presupuesto 2018.
Peor aún, sólo el próximo año deberán cancelarse US$7.500 millones en intereses.
Así las cosas, la situación no será nada de fácil. Con un Congreso muy dividido la próxima administración deberá hacer esfuerzos enormes para equilibrar las demandas sociales, con la urgencia de una agenda pro crecimiento y la apuesta por un plan de desarrollo de largo plazo.
Enorme desafío para el próximo conductor de La Moneda.
Hace algunos meses, en una columna del prestigioso diario The Economist, se comparaba al Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con distintas figuras de Latinoamérica entre las que se incluía al entonces incipiente candidato chileno, Alejandro Guillier.
Se mencionaba en ese artículo, entre otros, a Chávez, Fujimori, Correa y Cristina Kirchner, responsables de haber destruido económicamente a sus respectivos países con ofertones imposibles de cumplir. Y se anticipaba que "el candidato Guillier" parecía ir por el mismo camino en Chile.
Premonitorio. Porque hoy, ad portas de la segunda vuelta, nos encontramos con el mismo "candidato Guillier" ofreciendo eliminar el CAE, con un costo superior a US$8.100 millones, dinero que el fisco no tiene y por lo tanto lo suyo es impracticable. Pero no es lo único que ha prometido Guillier, en su afán de captar desesperadamente los votos del Frente Amplio.
Por ejemplo, declarar que el sistema de AFP es un fracaso y ofrecer terminar con el sistema, cuando todos los expertos han señalado que eso es imposible de hacer. Aún más populista es ofrecer plebiscitos para consultar al pueblo, cuando el Congreso no satisfaga a los vociferantes de la calle y difundir mensajes falsos, como que un gobierno de Piñera terminaría con todos los derechos sociales que hoy existen; que haría un razia entre los empleados públicos; que se eliminará la gratuidad universitaria; que con Piñera crecen las isapres y las AFP, pero no el país.
Ofrecer educación gratuita y de calidad ya; salud gratuita y de calidad ya; pensiones mayores sin más ahorro ya, crecimiento económico fácil basado en el Estado, ya. Si fuera tan sencillo, ¿porque Bachelet -en sus dos períodos de gobierno- no lo hizo? La Presidenta, con distintos matices prometió lo mismo y no estuvo ni cerca de cumplirlo.
Y con el propio Guillier como senador de la Nueva Mayoría, anticipando para Antofagasta mejoras y beneficios que hoy no se ven por ninguna parte. Por lo mismo, especialmente los más jóvenes, no pueden dejarse engañar: les están vendiendo populismo barato. Y las consecuencias lo van a pagar muy caro. Los que tienen la decisión en sus manos son ustedes, los dueños del futuro. Un futuro en el que pueden elegir la frustración de comprobar como se dejaron embaucar por los mensajes populistas o vivir la realidad en una sociedad que seguramente nunca los va a satisfacer del todo, pero en la que al menos van a encontrar trabajo.
Waldo Mora Longa
Exintendente Región de Antofagasta
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