Andrés Sabella, Prólogo Cuadernillo HACIA N° 90 "El viento y su acordeón"
Ha vivido una de las más bellas existencias que un hombre logra: el médico trabaja ya ha sesenta años en la atención del dolor ajeno, dándole salud y fe a sus enfermos. Trabaja asistido por la Poesía, su dama de los desvelos. Don Antonio de Antofagasta vive, jubilosamente, la contienda cotidiana, desde el alba: curando angustias del cuerpo, sin recibir paga, porque es el verdadero Médico de Pobres. En los momentos que rescata para sí, escribe sus poemas, gráciles y apacibles, estremecidos por un soplo de su noble corazón cristiano:
"Iza las velas, corazón, y avanza, /sigue la ruta que te traza el sol./
Al Este, siempre al Este. La esperanza / está en el Oriente y el oriente es Dios./
Triscan las ondas bajo el cielo claro,/ danza la espuma sobre el mar azul./
Al Este, siempre al Este. El Este es faro,/ fuente de vida y manantial de luz./
Mañana cuando cese nuestro viaje/ y anclemos en los mares sin oleaje, /
lo haremos proa al Este y cara al sol.
Y allí, con las pupilas hacia Oriente, / sentiremos, dormidos, en la frente
el beso de la luz, que es el de Dios". / (Inédito)
Ignora don Antonio las fatigas y el desaliento. Atiende, habitualmente, cuarenta enfermos, por día: es el número de sus libros editados en cuarenta y ocho años de pasión creadora, bajo el seudónimo de Ivo Serge. En tiradas reducidas, van éstos a los amigos, como delicadas recetas de alegría y solidaridad.
"Mientras se gesta en el surco / el pan que es carne de Dios,/
¡Benditas sean en tus manos, / labrador"/
Los hijos de los paisajes del Norte Grande disfrutar en ?don Antonio a su poeta fiel:
"Pampino, Pampino soy. /Y a donde vaya, /
llevó salitre en las manos / y rojo sol en el alma"
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"Mediodía. / ¡Qué calor! / ¡Qué de pájaros que acezan!/
Y yo al borde / de un peñón, / junto al viento remolón /
que se estira / y que bosteza, /lavo en el mar mi pereza/
y la tiendo / a todo sol"
Raúl Silva Castro no lo ignora en su "Panorama Literario De Chile". Juana de ibarbourou, Arturo Capdevila, Carlos Préndez Saldías, Francisco Donoso, celebran su poesía de ternura, como la de su doble colega Fernández Moreno:
"Hijo, / haz panecillos de amor,
Bésalos y repártelos, enseguida"
Antonio Rendic Ivanovic es un hombre. Ivo Serge es un poeta.